Este verano está siendo uno de los más movidos para los integrantes de la Casa Real. La estrategia de la corona ha cambiado radicalmente para acercarse más a los ciudadanos con una actitud más humana. La semana pasada se instalaron en Marivent, como todos los veranos será la reina Sofía quien más tiempo pase en Palma de Mallorca. Leonor y Sofía todavía no han realizado la típica excursión con sus padres por algunos de los rincones de la isla, ya que han disfrutado unos días de los Juegos Olímpicos en París.

Por ahora quienes tampoco se han dejado ver por Marivent son las infantas Elena y Cristina, y es que Letizia y Felipe les han prohibido un año más aparecer por Palma de Mallorca mientras están ellos. Parece que en el último año se había producido un acercamiento en la familia, pero de forma pública, los reyes no quieren vincularse con ningún Borbón, ya que es historia del pasado. Tienen que garantizar el futuro reinado de Leonor y la estabilidad de la corona.

Letizia y Sofía en Marivent EFE

Felipe VI no quiere a ningún Borbón en Marivent este verano 

Este nuevo feo gesto no ha gustado a una de las familiares más monárquicas, como la infanta Elena. Una vez más ha sufrido un desplante por parte de su propio hermano. Felipe VI no quiere cerca de sus hijas a Froilán y Victoria Federica. Sus hijos continúan estando en la lista negra. Pero tampoco se han dejado ver por la isla balear los Urdangarin, y lógicamente tampoco a la infanta Cristina. A excepción de los reyes y sus hijas, el resto de la familia está completamente desaparecida.

Felipe, Letizia y Sofía en Marivent EFE

Nuevamente, la reina Sofía tiene que soportar que su familia esté totalmente dividida en dos bandos totalmente diferenciados. Hace más de una década que ya no se produce la mítica fotografía familiar en las escaleras de Marivent, tampoco en Zarzuela. A la emérita le gustaría reunir a toda la familia al completo antes de su muerte, pero es algo que nunca sucederá, por lo menos públicamente.

Estos feos gestos solo dañan más la mermada salud de la reina Sofía, cada vez más delicada y deteriorada. Se siente totalmente sola y se ve como una marioneta a las órdenes de Letizia. La infanta Elena se ha enfrentado por enésima vez a su hermano y ha dejado de hablarle. Le ha dolido mucho que se vete a sus hijos, ahora que están haciendo todo lo posible por enmendar sus errores y encauzar su vida. No piensa aparecer ni un solo día por Marivent, aunque eso conlleve dejar sola a su madre durante todo el mes de agosto.