La infanta Elena siempre se ha caracterizado, como ocurre también con su madre, la reina emérita Sofía, por ser una mujer muy discreta y que no ha dado precisamente muchos problemas a la institución en lo que se refiere a polémicas. Eso sí, que la hermana del rey siempre haya sido una mujer muy discreta en este sentido no significa que sus hijos, Froilán y Victoria Federica, hayan decidido seguir sus pasos en este sentido.

Es más, no es que sea ningún secreto que, especialmente en el caso de Froilán, el sobrino de Felipe VI ha protagonizado en los últimos años innumerables polémicas, hasta el punto que hace ya más de un año que desde la corona se tomó una decisión muy similar a la que se tomó en su día con el rey emérito: invitar al hijo de la infanta Elena a abandonar temporalmente nuestro país e instalarse en Abu Dabi para que viva con su abuelo, Juan Carlos I, y se aleje así de los focos y de las polémicas.

Por mucho que esta decisión haya sido una decisión que en ningún caso ha gustado a su padre, Jaime de Marichalar, la infanta Elena no tuvo tampoco mucho problema en este sentido, entre otras cosas porque sabía que los problemas que estaba generando su hijo a la institución no hacían otra cosa que distanciar aún más y tensar aún más la relaciones con su hermano, Felipe VI, y sobre todo con su cuñada, la Reina Letizia, con quien no tiene una relación precisamente muy cordial.

Froilán y Victoria Federica deben desaparecer de Marivent antes de que llegue Letizia

Y ha sido precisamente la infanta Elena la que ha recibido una orden muy clara desde Zarzuela, que no es otra que la de dejarle muy claro que tanto Froilán como Victoria Federica deben desaparecer del Palacio de Marivent antes del próximo 27 de julio, la fecha en la que la familia real al completo, es decir, Felipe VI, Letizia, Leonor y Sofía, se instalarán en el palacio mallorquín para pasar unos días de vacaciones.

Froilán GTRES
Froilán GTRES

Hasta entonces tanto Felipe como Letizia no tienen ningún tipo de problema en que sus sobrinos disfruten de las instalaciones, pero lo último que quieren es coincidir con ellos una vez se instalen en la capital mallorquina, haciendo evidente que la distancia que quieren mantener no responde tan solo a un interés para intentar mejorar la imagen de la institución y separar a Leonor y Sofía de sus polémicos primos, sino que responde al interés de la Reina Letizia de seguir manteniendo la distancia también cuando de las cámaras no están delante.