La visita del rey emérito Juan Carlos a España ha vuelto a generar polémica en relación a su asistencia a la regata de vela en Sanxenxo el 22 y 23 de abril, donde su barco, el "Bribón", participará. Y hay quienes creen que no es el momento adecuado para su regreso a Sanxenxo.
Desde que surgieron los escándalos en los que se ha visto envuelto el emérito, su hija la infanta Cristina, o sus nietos Froilán y Victoria Federica, la imagen de la familia real se ha visto seriamente afectada. Por esta razón, el rey Felipe VI y la reina Letizia han trabajado arduamente para reconstruir la imagen de la monarquía española con su impecable actitud. Y es por eso que algunos piensan que la presencia de Juan Carlos en la regata podría dañar este proceso de recuperación.
Las infantas apoyan a Juan Carlos I
La reina Letizia es una de las mayores opositoras a la visita del emérito, ya que fue ella quien más presionó para que Juan Carlos abandonara el país en 2020, según afirmaron fuentes especializadas en la casa real como Jaime Peñafiel. La ex presentadora de Televisión Española se ha preocupado enormemente por la imagen de la familia real y por preservar el futuro reinado de su hija Leonor. Y mueve los hilos en Zarzuela para que todo sea una balsa de aceite.
A pesar de que la visita de Juan Carlos está en el punto de mira, ha sido respaldada por muchos de sus aliados, incluyendo a las infantas Elena y Cristina. El emérito cuenta con muchos aliados en España. Un grupo de personas liderados por sus hijas, la infanta Elena y la infanta Cristina, con la primera de ellas como máxima defensora. Ambas han mantenido una buena relación con su padre a pesar de los escándalos, y lo han apoyado en diversas ocasiones.
La infanta Elena tiene un plan contra Felipe VI y Letizia
Por su parte, Felipe les ha pedido a las dos que no vayan a ver a su padre a Sanxenxo. No quiere que el asunto genere más revuelo mediático. Una petición que, sin embargo, no ha gustado nada a ninguna de sus hermanas. Les ha molestado que les exija que no vayan a ver a su padre. Y la tensión es cada vez mayor.
Tanto es así que Elena no solo tiene pensado acudir el próximo fin de semana, sino que también ha invitado a su hermana Cristina y a su madre, la reina emérita Sofía. Las intenciones pasan por apoyar a su padre y mandar un mensaje de unión y fuerza, en un momento en el que la casa real se desmorona. Y no solo eso. No le gusta que Felipe y Letizia queden en todo esto como los buenos de la película y el resto de la familia hayan sido etiquetados como los villanos.