La infanta Elena perdió sus funciones institucionales y el sueldo que percibía simplemente por formar parte de los Borbón, ya que ella en ningún momento ha salido salpicada por ningún asunto turbio. A día de hoy aún se encarga de una cita institucional al año, una entrega de premios. La hija mayor de la reina Sofía no ha faltado nunca a ningún acto institucional. Estuvo en la abdicación de Juan Carlos I y en la proclamación de Felipe VI como rey de España, y en otros actos importantes para la corona, aunque siempre en un discreto perfil bajo.
Elena de Borbón acude todos los días a Zarzuela. Aunque sea el territorio de los reyes, Felipe VI tiene su propiedad a 900 metros de distancia en el mismo recinto. El palacio de la Zarzuela es propiedad de toda la familia, cualquiera puede venir de visita o instalarse, como el año pasado hicieron dos de los hijos de la infanta Cristina. La infanta Elena es muy protectora de sus padres y ahora que son tan mayores no quiere dejarlos solos. El próximo fin de semana viajará a Sanxenxo para acompañar a su padre en las regatas. Mientras que por las tardes visita a la reina Sofía y a su tía Irene de Grecia, que padece Alzheimer.
Pero no es el único motivo por el que acude a Zarzuela. Se queda toda la tarde, y en ocasiones se le ha hecho de noche, porque allí tiene un establo donde están sus caballos. Tiene una pista de tierra para correr con ellos y entrenar. Ella ha hecho muchos campeonatos como amazona, la hípica es su deporte favorito.

La infanta Elena mantiene a sus caballos
La infanta Elena tiene caballos entre Zarzuela y el club de campo, donde se exige un pago de 2.500 euros de fianza por montar a caballo y unos 800 euros mensuales para la manutención de los animales. Tener en buenas condiciones el box, limpiarlos y darles comida. Si se necesita herrador, profesor de equitación o veterinario se pagan aparte.
Los caballos que mantiene en Zarzuela cuestan menos dinero, además Juan Carlos I se encargaba de sufragar los gastos, pero era ella quien pagaba la alimentación y veterinario de sus caballos.
Ahora que Juan Carlos I ya no está, Felipe VI pidió a la infanta Elena que se encargase ella de mantener los establos porque era la única que hacía equitación, el resto de Borbón no practican este deporte. El rey quería eliminarlos.
