La infanta Elena atraviesa uno de los momentos más delicados de su vida familiar. La hermana mayor del rey Felipe VI ha estado años lidiando con los continuos problemas de comportamiento de sus hijos, Froilán y Victoria Federica. Pero ante todo son sus hijos. Y considera que ya han sufrido suficientes desprecios desde la casa real.

Victoria Federica, convertida en una influencer mediática, ha desobedecido la norma no escrita de Zarzuela: mantenerse lejos del foco público y de la exposición innecesaria. Sus apariciones constantes en redes sociales, eventos, y medios de comunicación han generado incomodidad tanto en Felipe VI como en Letizia, quienes han mostrado su hartazgo por la imagen que sus sobrinos proyectan al mundo. Y aunque es cierto que a Elena tampoco le ha gustado nunca esta faceta de Vic, ha preferido tomar una postura neutral que no genere controversias con su hija, pero que tampoco la posicione en contra de su hermano.

Victoria Federica, Froilán y la infanta Elena / GTRES

La infanta Elena está muy preocupada por Froilán

No obstante, es Froilán quien representa el mayor motivo de preocupación para la infanta. Tras protagonizar varios escándalos se tomó la decisión de alejarlo del país. El joven fue enviado a Abu Dabi, bajo la supervisión de su abuelo, el rey Juan Carlos I, con la esperanza de que la distancia sirviera como forma de corrección.

Al principio, Froilán estuvo trabajando como becario en una petrolera, donde ganaba 7.500 euros mensuales. Sin embargo, su falta de compromiso laboral y su escaso interés por establecerse profesionalmente le costaron el puesto. No lo renovaron. Y lleva más de un año sin trabajar.

Elena pide a Sofía que le ayude con el regreso de Froilán

A esto se suma una nueva crisis personal. Según ha revelado el paparazzi Sergio Garrido, su relación con Belén Perea está pasando por un momento muy difícil. Froilán parece no estar preparado para una relación seria, mientras que su pareja desea avanzar y consolidarse. Las desavenencias emocionales y su sentimiento de soledad y aislamiento en Abu Dabi están afectando seriamente su salud anímica.

Froilán y Juan Carlos GTRES

Ante este escenario, la infanta Elena ha decidido actuar. Aunque en su momento aceptó el “exilio” de su hijo como una medida necesaria, ahora considera que ha sido suficiente. Sin embargo, consciente de que Felipe VI probablemente se opondrá a un regreso, ha optado por buscar el apoyo de la persona que aún tiene voz e influencia moral en la familia: su madre, la reina Sofía.

Elena sabe que una de las ilusiones de su madre es ver a la familia unida de nuevo antes de morir. Y el regreso de Froilán es necesario para que ese deseo se cumpla.