Elena de Borbón siempre ha sido una fiel defensora del reinado de Juan Carlos I, es la más Borbón de toda la familia. Y esto le ha costado más de un enfrentamiento con Felipe VI. Han discutido en varias ocasiones especialmente por el trato al emérito. Ella cree que se le ha sometido a humillaciones innecesarias, hasta el punto del exilio. Hace cuatro años que el marido de la reina Sofía reside fuera de España. Solo puede quedarse en su país unos días y siempre lejos de Zarzuela y Madrid. Ni tan siquiera en el cumpleaños de Leonor, que finalizó a las doce de la madrugada, le dejaron quedarse a dormir, se marchó con su avión privado a Londres.
La infanta Elena es muy afín a su padre y siempre le ha ayudado en todo lo que ha pedido. De hecho, le pidió ayuda con sus hijos, especialmente con Froilán, que estaba dando demasiados quebraderos de cabeza a los reyes. Felipe y Letizia dieron un ultimátum a Elena, o tomaba medidas ellas con el joven o las que tomarían ellos serían mucho más drásticas.
Froilán participó en las navidades de 2022 en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca. Un mes más tarde fue desalojado de un after ilegal con licencia de sauna que superaba el aforo permitido y en el que la policía encontró sustancias estupefacientes en la habitación en la que se encontraba el hermano de Victoria Federica con unos amigos. Froilán llevaba cuatro días de fiesta en fiesta sin dormir. Se convirtió en una adicción.
La infanta Elena ha perdido el control de Froilán
El joven ni trabajaba ni estudiaba. Siempre estaba de fiesta, y la infanta Elena había perdido el control. Desde que era mayor de edad poco podía hacer, solo decírselo “mientras vivas bajo mi techo”. Para intentar encauzar su vida y que no se meta en más problemas, en definitiva, alejarlo del foco mediático, la infanta pidió ayuda a Juan Carlos. Fue su abuelo quien se prestó a ayudarle. Le buscó trabajo y un lujoso piso de 500 metros cuadrados en Abu Dabi, donde reside él desde hace cuatro años. Tiene muchos contactos.
Y aunque parece que Froilán se ha hecho a su nueva vida, el joven no logra desengancharse de las fiestas. En cuanto llega a Madrid de vacaciones o algún otro lugar de España como Ibiza o Marbella, vuelve el desmadre. Siempre que se junta con sus amigos es otra persona totalmente diferente a la que se marcha a Abu Dabi. Realmente el hermano de Victoria Federica no ha superado su problema a sus 25 años. No se centra. No es una persona responsable, simplemente lo han apartado del foco mediático para que no haga ruido. La infanta Elena está desesperada.
