El Gran Premio Solidario de MotoGP, que inicialmente iba a celebrarse en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste, fue reubicado en el Circuit de Barcelona-Catalunya tras la devastación provocada por la DANA en Valencia. Este evento, programado del 15 al 17 de noviembre, tiene como objetivo recaudar fondos para las víctimas de la catástrofe, y contará con el respaldo de la Generalitat de Cataluña y de Dorna Sports, organizadora del campeonato.
Inicialmente, Froilán había planeado asistir a la final en Cheste junto a su abuelo, el rey emérito Juan Carlos I. Sin embargo, el cambio de escenario cambió los planes del emérito. Debido a las tensiones políticas en Cataluña, la Casa Real recomendó a Juan Carlos que no asistiera al evento en Barcelona, donde su figura genera controversia.
Froilán tenía planeado asistir al último Gran Premio de MotoGP en Barcelona
Froilán, en cambio, mantenía sus intenciones de viajar a Barcelona, atraído no solo por las carreras, sino también por la vida nocturna que rodea al Gran Premio. Froilán ya había encontrado acceso a varios de estos eventos sociales que se organizarán en torno al campeonato.
En estas fiestas, suele coincidir la élite empresarial, personajes del mundo del deporte y figuras reconocidas del entretenimiento, lo que lo convierte en un entorno ideal para el sobrino del rey Felipe VI, que ha sabido forjar contactos en ambientes similares. Para él, estas celebraciones representan la oportunidad de relacionarse con personas influyentes y disfrutar de lo que más le gusta: las fiestas sin restricciones hasta altas horas de la madrugada.
La infanta Elena interviene
En este contexto, la infanta Elena se ha visto obligada a intervenir para evitar que su hijo, Froilán, asista al evento y a las celebraciones que lo acompañan. Según hemos podido saber, la hermana del rey Felipe VI le ha solicitado explícitamente que no asista al evento. A sus ojos, la imagen pública de su hijo ha sido ya lo suficientemente cuestionada, y una aparición de Froilán en un entorno festivo y glamuroso podría causar más daños que beneficios a su reputación. Elena cree que, si realmente desea regresar a España y mejorar su imagen ante la opinión pública, la mejor estrategia para su hijo sería mantener un perfil bajo.
Froilán, quien actualmente reside fuera de España, ha manifestado su deseo de regresar al país y normalizar su situación, pero su comportamiento y las polémicas que ha protagonizado en el pasado hacen que la opinión pública siga vigilándolo de cerca. Para la infanta Elena, cualquier paso en falso podría afectar sus posibilidades de reintegrarse sin mayores complicaciones, y por eso insiste en que se mantenga al margen de este tipo de eventos.
Además, los intereses de Froilán en Barcelona no son bien vistos en el entorno de la Casa Real, que prefiere evitar cualquier escándalo vinculado al sobrino del rey en una región sensible desde el punto de vista político. La infanta considera que la prudencia es clave en este momento y que su hijo debería concentrarse en mejorar su imagen, especialmente si aspira a reconstruir su relación con el público español.