La infanta Elena es considerada la integrante de la familia real que mejor representa el legado Borbón. Siempre ha mostrado un apoyo incondicional a su padre, el rey emérito Juan Carlos I, lo que ha generado tensiones con su hermano, el rey Felipe VI. Elena considera que su padre ha sido sometido a una serie de desaires injustos y cree firmemente que no debería estar viviendo en el exilio. A pesar de que Juan Carlos ha visitado España en varias ocasiones durante los últimos años, la familia real ha evitado que regrese de manera definitiva, ya que su presencia tiende a atraer una gran atención mediática, incluso cuando no es su intención.
Desde que Juan Carlos se estableció fuera del país, la infanta Elena ha estado muy cercana a él, demostrando ser su principal apoyo. Su rol ha sido clave para mantener informado a Felipe VI sobre el estado de salud de su padre, una situación que preocupa profundamente al monarca. Con el paso del tiempo, la edad del emérito se hace notar, y su hijo está consciente de que su regreso a España es un tema delicado. Si bien se desea su vuelta, no se considera viable que resida en Madrid o en el Palacio de la Zarzuela.
Tanto Felipe VI como sus hermanas, Elena y Cristina, coinciden en que su padre no puede continuar viviendo en Abu Dabi por mucho más tiempo. En el último mes, se ha llevado a cabo una reunión de carácter urgente para discutir esta problemática, ya que la salud de Juan Carlos I se encuentra en una fase cada vez más delicada. A sus 87 años, enfrenta serias complicaciones derivadas de su avanzada edad.
Elena y Cristina hacen presión para que Felipe VI traiga de vuelta a Juan Carlos I a España
Los problemas de movilidad que arrastra desde su accidente en Botswana en 2012 han afectado significativamente su calidad de vida. Tras aquella caída, en la que sufrió la fractura de cadera, su salud física nunca se recuperó por completo. A lo largo de los años, se ha sometido a diversas intervenciones quirúrgicas con resultados poco alentadores. En los últimos tiempos, ha probado tratamientos innovadores basados en células madre y plaquetas en sangre, pero estos ya no están logrando los efectos esperados. Actualmente, depende de un bastón para desplazarse y se prevé que pronto necesitará una silla de ruedas permanentemente, lo que le provoca un estado de ánimo depresivo.
El estado emocional del rey emérito es motivo de preocupación para sus hijos. La infanta Elena ha realizado más de 60 viajes en los últimos cuatro años para acompañarlo en Abu Dabi. Además, es ella quien suele estar a su lado cuando visita España. Gracias a la flexibilidad de su trabajo en la Fundación Mapfre, donde percibe un salario de 300.000 euros anuales, puede permitirse viajar con frecuencia. Durante sus estancias en Abu Dabi, también aprovecha para reunirse con su hijo Froilán, quien reside en la misma ciudad.
Elena ha pasado el informe a Felipe VI para que esté al corriente de todo lo que suceda y le obliga a tomar una decisión seria.