Se han cumplido 30 años desde la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, la primera hija de Juan Carlos I y la reina Sofía que pasaba por el altar y en su caso cumpliendo una de las reglas de la corona, casarse con algún aristócrata. Pero nunca fue feliz, ni tan siquiera aquel día. Se casó con él por no defraudar a sus padres, pero también se enamoraba de algunos plebeyos. Mantuvo una relación breve con Cayetano Martínez de Irujo, o con su amigo el jinete Luis Astolfi. Es una mujer muy tradicional y creyente, como su madre, por este motivo intentó formar una familia y aceptar las consecuencias de su enlace. Jaime de Marichalar era su marido hasta que la muerte les separase. Sin embargo, la convivencia se volvió tormentosa. El exduque de Lugo controlaba a la infanta y ella no era feliz. Cuando sufrió un ictus decidieron separarse. Han pasado casi dos décadas desde que se anunció el cese de la convivencia y desde entonces a Elena de Borbón no se le ha conocido ninguna otra relación. Se ha mantenido soltera, y parece que así continuará siendo hasta el fin de sus días.

infanta elena entrega de premios efe
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El príncipe Eduardo no estaba enamorado de la infanta Elena, solo fue un capricho 

La Casa Real Española siempre ha tenido muy buena relación con la Británica. De hecho, hubo una ocasión en la que intentaron emparentarse. La infanta Elena con el pequeño de los Windsor, el príncipe Eduardo. Tenían una buena conexión y derrocharon mucha complicidad, tanto que se empezó a hablar de una supuesta relación, pero solo fueron rumores. Hicieron una excursión por los fiordos noruegos. Ella tenía en aquel momento 30 años y él 29. Eduardo finalmente se casó con Sophie Rhys y Elena con Marichalar. Los dos matrimonios tuvieron destinos muy diferentes.

La infanta Elena se ha sentido decepcionada con los hombres, ninguna relación le ha salido como ella esperaba. Todos la dejaban sola y abandonada. Normalmente eran ellos los que decidían finalizar con la relación.

Juan Carlos I siempre pensó que la casaría con alguien de la realeza, pero finalmente no sucedió. La infanta Elena conoció al príncipe Eduardo, pero fue un romance fugaz. El príncipe se casó con la hija de una secretaria y un vendedor de coches, algo que no gustó a la corona británica. Fue un escándalo, pero estaba enamorado. Una vez más se demostró que no hay que emparentar a personas de la realeza ni orquestar un matrimonio porque luego acaba igual de mal que el de la infanta Elena con Jaime de Marichalar.

Príncipe Eduardo
Príncipe Eduardo