Hace tan solo unos meses veíamos a Juan Carlos I acompañado por la infanta Elena en la Ría de Pontevedra, donde estuvieron disfrutando el día en el Real Club Náutico de Sanxenxo. Dedicados a su actividad favorita, navegando con el ‘Bribón’. Otra cita que tuvo lugar en esos días fue la boda del alcalde de Madrid, José Luis López-Almeida y Teresa Urquijo. Pero antes de volver a Abu Dabi, el rey emérito quería navegar y ese deseo se vio obstaculizado por un resfriado. Y esto fue lo último que supimos hasta ahora, que la primogénita no fue a Mallorca para atender a su padre. 

El historial de salud de Juan Carlos I no es tan modesto como cabría pensar, puesto que ha tenido muchas intervenciones a lo largo de su vida. Ahora acostumbra a llevar un anillo inteligente en el dedo anular de la mano derecha. Se trata de un dispositivo que ayuda a su equipo médico a estar al tanto de diversos detalles en tiempo real. Pero la preocupación de la infanta Elena y sus hermanos no es en vano, ya que los problemas de salud se agravan con el tiempo. Se cree que su declive empezó tras la caída que sufrió en Botswana, donde se rompió la cadera. 

Juan Carlos Elena Froilán Victoria Cristina Juan GTRES

En los últimos años, su capacidad para mover se ha ido disminuyendo. Ahora depende en su mayoría de un bastón, aunque los médicos le aconsejan el uso permanente de una silla de ruedas. Lo que parece quedar claro es que no puede estar solo durante tanto tiempo, ya que necesita ayuda para determinadas tareas y, a veces, para caminar. Pese a las intervenciones, su estado no es muy alentador. Es por ello que la hermana mayor del rey Felipe decidió irse a los Emiratos Árabes. 

El bache de salud de Juan Carlos I que obliga a la infanta Elena a interrumpir sus vacaciones 

A última hora, Elena de Borbón se desplazó a Abu Dabi para estar al lado de su padre. El emérito sigue aquejado por sus problemas de movilidad y los dolores que le provoca el malestar. A pesar de que es un año mayor que la reina Sofía, resulta evidente que los últimos tiempos le han afectado. No solo se hace mayor, sino que requiere con más frecuencia la presencia de sus hijos, así como las atenciones y el afecto que pueda recibir de ellos. Aunque la llegada de Letizia al palacio de Marivent, decididamente, ha tenido que ver con el cambio de planes de la infanta. Dada la presencia de las niñas, los otros Borbones tienen restringida la entrada. 

Juan Carlos GTRES

Con 86 años de edad, el exjefe de Estado tiene contraindicadas muchas actividades y aun así, no quiere dar la impresión de que es frágil. Igualmente, debe hacerse chequeos médicos con asiduidad, está muy vigilado y ha tenido que viajar en busca de los mejores tratamientos en otros países. Así mismo, fue necesario hacer modificaciones en su residencia para adaptarse a su nueva realidad. Instalar ascensor interior, incluir rampas y toda clase de comodidades que aseguren su bienestar. 

Otro de los problemas de Juan Carlos I es que muestra signos de olvido, aunque no tan pronunciados como Irene de Grecia. Estas serían las razones principales por las que la infanta Elena y Cristina intentan viajar más seguido y asegurarse de que esté bien.