A la infanta Elena le encantan los musicales, el baile, la gastronomía y los toros. Es una amante de la tauromaquia, como Juan Carlos I. Fiel defensora de su reinado y de sus aficiones. Su presencia en Las Ventas suele ser habitual. Igual que la de sus hijos Victoria Federica y Froilán. Sin embargo, el resto de la familia, como la reina Sofía, la infanta Cristina y sus hijos, o Felipe y Letizia con Leonor y Sofía, se han desvinculado completamente de esta afición. De hecho, mientras en la capital se mantiene, en Cataluña se retiró hace años.
Ayer mismo la infanta Elena disfrutó de una buena corrida, y estuvo acompañada por Froilán. Ahora que no tiene trabajo puede visitar España más a menudo. La semana pasada estuvo de incógnito en Ibiza. Esto quiere decir que Juan Carlos también continúa por España. Se le ha podido ver en compañía de la influencer Belén Perea, con la que tiene una relación especial.
Pero volviendo al tema de la infanta Elena, la hermana de Felipe estuvo rodeada y acompañada de unas amigas, y amigos. Se mueve mucho en este mundo y es muy conocida entre los toreros. Ha cenado en muchas ocasiones con ellos, sin ir más lejos hace un par de semanas. También ha ido a pasar fines de semana a sus casas, y la mayoría de ellos tienen sus ruedos para practicar con vaquillas. La infanta Elena también ha ido a muchos ruedos. Incluso alguna vez ha querido aprender a torear. Por lo menos, aunque en alguna ocasión la vimos caerse, es una buena jinete, pero el mundo de los toros no se le da tan bien, es mejor de espectador.
La infanta Elena visita los ruedos de sus amigos
A principios de 2024, la infanta Elena apareció con una bota en el pie derecho por un esguince. Confesó que se lo hizo de la forma más tonta. “El accidente fue de la manera más tonta. Al desmontar del caballo me enganché el pie y tuve el esguince, pero ya puedo apoyarlo”, expresó a Vanitatis.
Sin embargo, la realidad es muy distinta. La infanta Elena podría haberse hecho este esguince después de pasar el anterior fin de semana en la casa de campo de un amigo torero con un ruedo en Sevilla. Quiso probar y no tuvo mucha suerte. Sufrió una aparatosa caída y la tuvieron que sacar entre dos a la sillita de la reina. Le dolía bastante. La trasladaron a urgencias para que le hiciesen una revisión.