Desde que Letizia y Felipe retiraron todas las funciones a la familia Borbón, Elena se ha mantenido en un discreto segundo plano. En alguna ocasión se la ha podido ver colaborar con la corona, pero de forma muy esporádica. La infanta ha ocupado titulares más bien por las polémicas de sus hijos, a los que ha tenido que atar en corta tras las reprimendas de los reyes.

La infanta Elena tiene su trabajo en la Fundación Mapfre, por el que ingresa unos 300.000 euros anuales, y en su tiempo libre es una amante del ocio. Desde pequeña practicaba ballet y es algo que siempre le ha apasionado. Le gusta bailar, cantar y disfrutar de un buen espectáculo. En la Gran Vía de Madrid es una de las mayores espectadoras de los musicales. También de la buena gastronomía en los locales de moda de la capital.

Infanta Elena GTRES

Las personas que conocen de cerca a la infanta Elena detallan que es muy diferente a la imagen que los medios de comunicación proyectan de ella. Ni es una persona que siempre está enfadada ni tiene mal carácter, al contrario. Es una mujer muy cercana y risueña, con un gran sentido del humor, nos informan. Incluso con algún secreto oculto que ha salido a la luz en los últimos meses.

Recientemente, se ha revelado un curioso secreto de la infanta Elena, que había mantenido oculto desde los 27 años y nunca compartió con sus padres. Han pasado treinta años para que este detalle privado saliera a la luz. Según 'La Razón', se ha descubierto que la primogénita de Juan Carlos y Sofía tenía una adicción a la teletienda, comprando casi todos los productos anunciados, especialmente aquellos que prometían una pérdida de peso rápida y sencilla.

Los amigos de Felipe ayudaban a la infanta Elena en su adicción 

Lo sorprendente es cómo lograba hacer estas compras sin que nadie lo notara. Naturalmente, ningún paquete podía llegar a la residencia real de Zarzuela. Para evitar este problema, contaba con la complicidad de dos aliados: los hermanos Álvaro y Ricky Fuster. La infanta enviaba los paquetes a la dirección de la madre de los Fuster y luego los recogía allí, manteniendo así su afición en secreto.

infanta elena visita a la reina sofia

"Año 1990, Palacio de la Zarzuela, nadie tiene la más mínima sospecha de lo que ocurrre cada noche. La adicción de doña Elena es... La teletienda. Elena repetía cada madrugada el mismo ritual, comprar casi todo lo que veía en la teletienda. Casi todo le gustaba pero su debilidad eran los productos adelgazantes. Para evitar que su familia se enterara y la metieran en una clínica de desintoxicación se buscó unos complices: los hermanos Fuster (amics de la família). Ellos eran las personas que recogían la mercancía comprada por doña Elena”, añaden desde ‘Socialité’.

El programa de Mediaset menciona 'adicción' en todo su rigor, ya que las ganas incontrolables de la infanta Elena por comprar productos de la teletienda no eran más que una adicción como cualquier otra, potencialmente muy peligrosa. De hecho, la infanta Elena tuvo que estar en tratamiento durante nueve meses ordenado por Juan Carlos y la reina Sofía para que se le quitase ese vicio. Sin embargo, con el tiempo, las modas cambiaron y ella dejó de hacerlo. Ahora se rumorea que es adicta a las compras por internet. De hecho, llegan muchos paquetes a su casa, tal como aseguran algunos vecinos. Habría vuelto a recaer en esta adicción de comprar todo por internet.