Máxima preocupación en Zarzuela. Felipe VI, Elena y Cristina están centrados en sus respectivos compromisos, pero siempre con una mirada puesta en sus mayores. Sus padres cumplen años y están en una edad avanzada donde los problemas de salud son una constante. En este último año tanto Juan Carlos I como la reina Sofía les ha dado algún susto, aunque Casa Real nunca ha querido hacer un comunicado oficial porque no ha revestido de gravedad.
Juan Carlos I vive en el exilio desde hace cinco años y es la infanta Elena quien se encarga personalmente de su salud. Es la que más viajes ha hecho a Abu Dabi y quien siempre le acompaña a las regatas en Sanxenxo. Protege mucho a su padre, siempre ha sido su reflejo en el que mirarse. En varias ocasiones ha ofrecido su casa para cuidarle ya que cree que con su edad no debería vivir tan lejos de la familia, esto le ha producido algún que otro enfrentamiento con Felipe VI.

Juan Carlos I ha obtenido resultados médicos desalentadores en sus últimas pruebas. Los especialistas han determinado que el tratamiento de medicina regenerativa ya no es efectivo, por lo que no podrán seguir administrándoselo. Su artrosis continúa avanzando, hasta el punto de que ya no puede mover la pierna izquierda. Los médicos le han informado que, inevitablemente, terminará en una silla de ruedas, algo que él considera su peor pesadilla. No soporta la idea de depender de otros, lo que supone para él un duro golpe.
La infanta Elena preocupa a Casa Real, medidas urgentes
La infanta Elena está profundamente preocupada por la salud de su padre. Su angustia es tal que le cuesta conciliar el sueño. Le aflige verlo triste y cada vez más aislado, ya que en muchas ocasiones ni siquiera sale de casa. Para animarlo, este viernes viajará a Sanxenxo, donde participará en las regatas junto a él. Con este propósito, el Bribón ha sido adaptado a sus nuevas limitaciones físicas. Durante estos días, su hija mayor será su mayor apoyo, como lo ha sido siempre. No se separa de él: lo acompaña tanto en Galicia como en sus frecuentes visitas a Abu Dabi.
Personas cercanas a la infanta Elena aseguran que la situación de su padre le ha afectado profundamente. No es la misma de siempre; está ensimismada, con la mente en otro lugar. Recientemente, se la vio paseando sola por las calles de Madrid en plena madrugada, visiblemente abatida. Su entorno está cada vez más preocupado, pues no saben cómo animarla.
Elena desearía que su padre regresara a Madrid para estar cerca de él en estos momentos difíciles. Es consciente de que su estado de salud se deteriora rápidamente y teme que llegue su final lejos de su familia. Sin embargo, Felipe VI no tiene intención de permitir su regreso definitivo a España. Se dice que existe un pacto no escrito por el cual, cuando su estado sea crítico, se facilitará su traslado a un hospital español para que pase allí sus últimos días.
