Elena de Borbón se casó con Jaime de Marichalar sin estar enamorada. Es la única que hizo caso a Juan Carlos porque es una persona a la que admira y se casó con alguien perteneciente a la aristocracia. Sabía que su familia no podía emparentarse con cualquiera, como hicieron sus hermanos Cristina y Felipe. La relación empezó muy mal, incluso el día de la boda, que debería ser uno de los más felices de su vida, lo recuerda como el más amargo. Intentó fugarse pero la interceptaron y se vio en la obligación de entrar a la iglesia. Hubiese sido un escándalo y una humillación para el padre de sus hijos. La vida no era nada sencilla. Jaime de Marichalar imponía sus normas. Obligaba a Elena a vestir de una determinada manera. No estaba cómoda. Intentaron solucionar los problemas evidentes en su matrimonio con el nacimiento de su primer hijo, Froilán, y después llegó una segunda, Victoria Federica, pero solo incrementaron los problemas porque salieron demasiado rebeldes, mucho más viendo el panorama en casa, discusión tras discusión.
La infanta Elena comunicó a Juan Carlos que iba a divorciarse de Jaime de Marichalar, el emérito le pidió que se lo pensase bien. Justo en el momento en que se iba anunciar el cese de la convivencia, el exduque de Lugo sufrió un ictus. El emérito le confesó a su hija que no era el mejor momento, así que retasó su decisión, pero los días se hicieron insostenibles hasta su recuperación.
Jaime de Marichalar y Elena de Borbón no han rehecho su vida con otras parejas
En 2007 Jaime de Marichalar y Elena de Borbón tomaron caminos separados. Hasta la fecha ninguno de los dos ha rehecho su relación. Al exduque de Lugo se le han atribuido numerosas relaciones con mujeres poderosas, pero de una sola noche, tal vez dos. Mientras que la infanta, por lo menos públicamente, no ha vuelto a meter en casa a ningún hombre. Se le relacionó con Susana Uribarri, la representante de Ana Obregón y Tamara Falcó, también con Veva Longoria.
A la infanta Elena se la relacionó en 2009 con el jinete Jaime Zuleta, pero en realidad era su instructor. Con Alberto Fernández-Durán, solo eran amigos. Y después llegó la polémica portada de revista donde se apreciaba que la madre de Victoria Federica y Froilán se besaba con un misterioso hombre que resultó ser Carlos Ruiz-Velasco. Despejaron todas las dudas dejando claro que solo se acercó a ella para decirle al oído unos asuntos relacionados sobre sus hijos, era su instructor de esquí.
Jaime de Marichalar ha sabido disfrutar de su vida de soltero moviéndose por un círculo muy exclusivo, mientras que la infanta Elena se ha quedado con sus amigos, su familia y su perro. Parece que a día de hoy, la hermana de Felipe y Cristina no va a volver a enamorarse. Ya ha cerrado su corazón para otra vida.