Después de una década totalmente distanciados, la familia Borbón se dio cita en el 18 aniversario de Leonor. Letizia tuvo que dar un paso al frente y ceder por primera vez. Era un día muy emotivo, pero también el más temido, volvía a verse las caras con Juan Carlos I. La reina siempre ha intentado desvincularse del apellido Borbón para limpiar la imagen de la corona, lo mismo sucede con Leonor, no está dispuesta a que su reinado se vea enturbiado por el pasado. Por este motivo, prohibió a los asistentes entrar con teléfonos móviles y publicar fotografías oficiales de Casa Real sobre ese día. Jamás soportaría ver una fotografía de nieta y abuelo juntos.
Allí Letizia también se reencontró con la infanta Elena y la infanta Cristina, aunque a estas dos las ve más a menudo, especialmente a la primera, que viene casi a diario a Zarzuela para saludar a la reina Sofía. Con la mujer de Iñaki Urdangarin siempre tuvo una buena relación, especialmente en los inicios, ella les encubrió cuando iniciaron el noviazgo, les cedía su casa de Barcelona para sus encuentros íntimos. Sin embargo, con la hermana mayor de Felipe todo era bien distinto.
La infanta Elena piensa exactamente igual que Juan Carlos. Es la más Borbón de todos. Fiel defensora de la corona y de la monarquía de antaño. No perdona a Felipe los desplantes y humillaciones que han sufrido constantemente los eméritos. Culpan a Letizia del distanciamiento familiar.
Todos contra Letizia, le niega el saludo
Juan Carlos I cree que Letizia es la culpable de todos sus males, así piensa también la infanta Elena. La relación entre la hermana mayor del rey y la reina es totalmente nula. En el cumpleaños de Leonor se saludaron, pero nada más. Ni tan siquiera se despidieron. La mujer de Felipe VI se marchó con la infanta Sofía conduciendo ella misma el vehículo oficial. Ni tan siquiera se despidió de los Borbón, un feo gesto que quedó patente.
Este jueves 2 de noviembre se han reencontrado en Zarzuela para celebrar el discreto cumpleaños de la reina Sofía, aún así en esta ocasión la infanta Elena no ha querido dirigirle la palabra.