La infanta Elena es la más Borbón de toda la familia. Fiel defensora del reinado de Juan Carlos. Por este motivo, en más de una ocasión, ha discutido con Felipe VI. Cree que su hermano ha sometido a muchas humillaciones innecesarias a su padre, también a la reina Sofía. Sin embargo, nunca ha traicionado a la corona y ha acatado las órdenes. Es monárquica hasta la médula. Pero no es el único motivo por en el que en su momento se distanció de Felipe y Letizia.
La hija mayor de Juan Carlos I, como su padre, nunca ha soportado a Letizia. La culpa de todos los males de la familia. Ella ha separado a los Borbón. Y también la culpa de que haya salido todo a la luz, pero especialmente del daño que habría hecho a sus hijos. Por ellos, no tendrían ninguna relación. Es evidente que la madre de Leonor y Sofía nunca ha mostrado un especial cariño por Victoria Federica y Froilán, ni tan siquiera ha querido que sus hijas tengan relación con ellos.
Es cierto que la juventud de los hijos de la infanta Elena fue algo caótica, y dio demasiados quebraderos de cabeza a la corona, y a su madre, pero Letizia nunca hizo nada por ayudarles, al contrario, les sentenció con etiquetas. Froilán y Victoria Federica siempre se ponían en el foco mediático.
Letizia quiere librarse de Froilán y Victoria Federica
De hecho, la infanta Elena ya ingresó en dos ocasiones a Froilán en un internado fuera de España para ver si se enderezaba, aunque sin mucha suerte. Ninguno de sus dos hijos son buenos estudiantes y tampoco hacen mucho por trabajar y labrarse un futuro. Les encanta la fiesta y despilfarrar.Las últimas polémicas de Froilán hicieron que Letizia se lo pudiese quitar de encima. Pidió a Felipe VI que tomase una seria determinación con él, ya que no podían consentir que expusiese tanto a la corona. Finalmente, se optó por enviarle a Abu Dabi con Juan Carlos I, de donde todavía no ha vuelto y han pasado casi dos años de esta decisión.
Por otro lado, con Victoria Federica, Letizia pretendía algo parecido cuando empezó a interesarse por las redes sociales y a conceder entrevistas. Le recomendó a la infanta Elena que la enviase a Londres, Milan o Nueva York, ciudades donde podía aprender sobre moda y desaparecer de España. Sin embargo, la joven no estaba dispuesta a hacer como su hermano, ella no iba a moverse de Madrid.
La relación entre Victoria Federica y Letizia es inexistente, y la tensión cuando ambas se reencuentran es evidente. La infanta Elena sospecha que el entorno de la monarca es quien está intentando librarse de su hija con malas técnicas.