La vida de la infanta Elena, marcada por su carácter discreto y su papel como la hija mayor de los reyes eméritos, guarda episodios que todavía sorprenden. Durante su matrimonio con Jaime de Marichalar, padre de sus hijos Victoria Federica y Froilán, la relación atravesó numerosos altibajos que llevaron a la infanta a buscar apoyo emocional en alguien que había sido muy importante en su pasado: el jinete Luis Astolfi.

El vínculo entre Elena y Astolfi comenzó en 1986, durante una celebración en el Rocío Chico, donde ambos se conocieron y descubrieron una conexión especial gracias a su pasión compartida por la equitación. Este primer amor fue un romance secreto que se prolongó durante tres años, un tiempo en el que la infanta soñaba con un futuro junto a Luis, lejos de las rígidas formalidades de la vida monárquica.

Luis Astolfi y la infanta elena
Luis Astolfi y la infanta Elena

Desengaño amoroso para la infanta Elena

Sin embargo, la relación no sobrevivió a las presiones externas. Luis Astolfi, proveniente de una destacada familia sevillana, enfrentó la difícil decisión de seguir adelante con Elena o preservar su libertad e independencia. Aunque compartían un amor genuino, las exigencias de una vida bajo el escrutinio público, además de la influencia del rey Juan Carlos I, quien nunca aprobó abiertamente esta relación, pesaron demasiado. Finalmente, Astolfi decidió terminar el romance.

A pesar de la ruptura, la relación entre Elena y Luis no se enfrió. Al contrario. Mantuvieron una profunda amistad. Incluso Astolfi se convirtió en un paño de lágrimas para la infanta durante los años más complicados de su matrimonio con Marichalar. La hija de Juan Carlos I, enfrentando constantes tensiones en su vida conyugal, encontró en Astolfi un confidente con quien podía desahogarse. Los dos se reunían con frecuencia en el hotel Ritz de Madrid, un lugar que ambos consideraban especial. Allí compartían largas conversaciones y comidas en las que Elena hablaba de sus problemas y recibía el apoyo del jinete.

Jaime de Marichalar y la infanta Elena
Jaime de Marichalar y la infanta Elena

Luis Astolfi ha seguido muy vinculado a la infanta Elena

Estos encuentros, aunque cargados de nostalgia, nunca trascendieron a algo más que una profunda amistad. Para la infanta, el vínculo con Astolfi representaba un refugio emocional en medio de las turbulencias de su vida matrimonial.

La conexión entre ambos ha perdurado a lo largo de los años. De hecho, la infanta Elena está invitada a la boda del hijo de Luis Astolfi, que se celebrará el 4 de julio de 2025. La ceremonia tendrá lugar en el Cortijo Pedro Jiménez, cerca de Casares, y promete ser un evento memorable que refleja la buena relación entre ambas familias.