La infanta Elena siempre ha llevado la procesión por dentro, pero sus hijos le han dado demasiados quebraderos de cabeza. Froilán y Victoria Federica tuvieron una adolescencia muy rebelde. Contestaban a menudo, salían de fiesta, desafiaban a las autoridades, empezaron a fumar y beber a una edad muy temprana y perdieron el interés por los estudios. Ninguno de los dos ha finalizado sus estudios universitarios. No obstante, le ha dado mayores problemas su hijo mayor. De hecho, los reyes la obligaron a tomar una seria decisión con él. Le apartó de España y le envió a Abu Dabi con su abuelo.
Victoria Federica se volvió más rebelde cuando empezó a salir con amigas y conoció a sus primeros pretendientes. Su época con Jorge Bárcenas fue la peor de todas. Se volvió insoportable. Tres años en los que discutió fuertemente con la infanta Elena y la tensión entre madre e hija se hizo más evidente. De hecho, es la única vez en la que la ahora influencer abandonó la casa familiar. La madre de Froilán no soportaba a la pareja de su hija, era una mala influencia para ella, y está contenta de su ruptura.
Victoria Federica preocupa a la infanta Elena con sus salidas de madrugada
Aunque tampoco es que le gusten mucho sus compañías. Victoria Federica se ha hecho amiga de todas las influencers del panorama nacional. Ahora que se dedica a las redes sociales es con quienes pasa la mayor parte del tiempo. Por otro lado Elena está contenta porque por fin su hija ha enderezado su vida y ha encontrado algo que le hace ilusión y en lo que no para de trabajar.
Pero las redes sociales y su apellido hacen que Victoria Federica reciba invitaciones a todos los restaurantes, discotecas y locales de moda de Madrid. Acepta todas las invitaciones y sale con regularidad, casi de lunes a domingo. A la infanta Elena no le gusta tanto que salga, tampoco las compañías con las que suele ir. No quiere que la imagen de Vic se vea enturbiada ahora que ha conseguido mejorarla con su participación en El Desafío. Puede echar toda su carrera a perder y volver a poner en peligro a la corona. No quiere más amonestaciones por parte de Felipe VI, ni tampoco discutir con su hermano ahora que sus padres están tan delicados.
La infanta Elena ya tiene demasiados problemas con Froilán, quien de momento prefiere no trabajar y continúa de fiesta en fiesta. Sus hijos están acercándose a la treintena y no han cambiado absolutamente nada, continúan siendo dos adolescentes rebeldes y malcriados. Elena cree que ha fracasado en la maternidad.
