Este viernes, 20 de diciembre, la infanta Elena cumplía 61 años. Y a diferencia del año pasado, en esta ocasión tuvo un cumpleaños discreto y tranquilo. En realidad, fue un día más. Elena se fue a trabajar por la mañana y, tras su jornada laboral, se retiró a su casa sin celebración ninguna.

Nada que ver con la fiesta que celebró el año pasado. Entonces, Elena cumplió 60 años. Una cifra significativa para la que pudo reunir a toda la familia. En el encuentro estuvieron sus padres, Juan Carlos I y Sofía, su hijo Froilán, su hermana Cristina, los hijos de esta (Juan, Miguel, Pablo e Irene), y su hermano Felipe VI. Incluso la reina Letizia acudió a la cita. En aquellos días hacía poco que habían salido a la luz las revelaciones de Jaime del Burgo sobre las presuntas infidelidades al rey Felipe VI y, como dijo Pilar Eyre, la reina estaba haciendo penitencia al acudir a la celebración de su cuñada, con la que nunca ha tenido buena relación. Y es que, en condiciones normales, Letizia jamás hubiera acudido a una reunión de este tipo. Pero en ese momento era necesario dar la sensación de unión total en la monarquía. Como decíamos, el cumpleaños de este año nada tuvo que ver con el del año pasado.

Felipe Letizia cumpleaños elena EP

Juan Carlos I regala a la infanta Elena uno de los caballos más caros del mundo

Como tampoco han sido lo mismo los regalos que ha recibido. Y es que superar el regalo que le hizo Juan Carlos I es casi imposible. Se puede decir que a Elena le tocó el Gordo de Navidad.

La madre de Victoria Federica y Froilán ha demostrado desde su infancia una gran pasión por la equitación, una tradición que ha estado muy presente en la familia real española. En el Palacio de Zarzuela siempre hubo caballos, y Elena, una auténtica amante de estos animales, dedicaba gran parte de su tiempo libre a cuidarlos y montar. Esta pasión quedó reconocida en 2021, cuando fue galardonada con el prestigioso premio Madrid Horse Week 2021, un hito importante en su relación con el mundo ecuestre.

Infanta Elena 

Lo mejor está por llegar

En este contexto, Juan Carlos decidió regalarle un caballo de una de las razas más destacadas y mejor valoradas. Un auténtico pura sangre. Este caballo, cuyo valor asciende a 800.000 euros, representa uno de los regalos más espectaculares y caros que la Infanta ha recibido jamás. Desde entonces, el animal vive en los establos de Zarzuela, bajo los mejores cuidados.

Un regalo que es solo un adelanto de lo que está por venir. El día que muera Juan Carlos I, este regalo de 800.000 euros será una minucia. Entonces Elena se repartirá con Cristina la fortuna del emérito, que ronda los 2.000 millones de euros. Un dinero del que, además, no tendrá que pagar impuestos, después de que hace unos meses Juan Carlos I creara junto a sus hijas una fundación en Abu Dabi para canalizar dicha herencia y evitar que pase por el fisco español.