España gira hacia la izquierda. El país va hacia un gobierno ecologista, feminista, izquierdoso y republicano. Todo lo contrario de lo que representa la infanta Elena: anti-animalista, monárquica, privilegiada y contraria a la igualdad hombre-mujer. Si la Constitución no fuera una chapuza machista, ella sería la reina de España como la hija mayor del anterior rey. Pero prefiere el papelón de promocionar matar toros. Promocionar es un decir, porque queda horrorosa en las fotos:
Ha prestado su cara para recibir un premio de promoción a la Tauromaquia. El gobierno de Díaz Ayuso ha fichado toreros que cobran dinero público, como Miguel Abellán que es Director de Asuntos Taurinos. En el acto los de siempre: un excondenado por homicidio conduciendo borracho, Ortega Cano, el tuerto Juan José Padilla, Óscar Higares, Finito de Córdoba y los habituales. La red cree que ya es suficiente que la Corona represente sólo la parte más ultraderechista, anti-animalista y machista de la sociedad:
La cara de la infanta es el espejo del alma. Divorciada de Jaime de Marichalar, de cuernos entiende.