La Corona vive tiempos convulsos. Por primera vez en democracia, el rey en un larguísimo e improcedente comunicado ha justificado por qué designa a Pedro Sánchez como segundo candidato a la investidura una vez ha fracasado la que el jefe del Estado priorizó sin tener los votos: Alberto Núñez Feijóo. Parece que se disculpa cuando es lo que le toca por mandato constitucional. Hacer lo contrario era un golpe de Estado. La derecha política, mediática judicial y militar ha empujado para que Felipe VI se negara a designar a ningún otro candidato aludiendo que Sánchez no tiene todavía asegurados los votos. Decían que el rey podría haber dejado pasar el tiempo hasta que en noviembre se convocaran elecciones automáticas. Era la única opción de que PP y Vox hagan lo que España les ha negado: gobernar. Sánchez tiene un as con la Unión Europea y sus socios indepes: haber parado la ola ultraderechista. Pero Felipe es muy de derechas y la Derecha se lo apropia. Por eso, al dejar paso a Sánchez, lo tildan de traidor, tibio y Felpudo VI.
Ven a Felipe alegremente en la Alhambra con los Sánchez y los líderes europeos y les hierve la sangre. Y tienen un plan perfecto para convertir la monarquía española, que ya es muy de derechas, en una monarquía de ultraderecha: hacer reina a Elena. La hermana mayor tendría que ser ahora mismo la reina de España si no fuera porque Juan Carlos obligó a los políticos a mantener la preferencia masculina en la Sucesión a la Corona. ¿El argumento? "Elena no está preparada intelectualmente". Un eufemismo de su discapacidad. Por eso Elena ahora es el plan B de Vox: si Felipe falla, hacerle abdicar a él en su nombre y el de sus hijas Leonor y Sofía. Así no haría falta un golpe de Estado para instaurar una república facha. Ya tendrían la Monarquía todavía más facha: la siguiente en la sucesión es la reina Elena. La Borbón, a los 59 años, es ultracatólica y ultraderechosa a cara descubierta. Su credo son los toros, la bandera y la cruz. Los tres tótems de Vox. Y acaba de hacer una aparición donde ni se esconde. La foto del primer plano da miedo:
Elena a los toros, de azul pepero y con un colgante de la cruz y de la bandera de España como se puede ver en el primer plano. No son símbolos neutrales que la hermana del jefe del Estado pueda lucir en un Estado aconfesional. Solo la ultraderecha se los apropia de manera descarada y ella se pone bien. Según la Agencia estatal EFE el acto era este: "La infanta Elena entrega la Oreja de Oro 2023 al diestro Paco Ureña, reconocimiento como triunfador de la Corrida de la Prensa de la última Fería de San Isidro, este miércoles en el Palacio de la Prensa en Madrid". Todas las imágenes dan miedo, el torero, los apoderados, las gafas oscuras, la flor en la solapa, la caspa, la bandera, la cruz.
Todo el álbum de fotos de la infanta Elena es un cuadro flamenco: haciendo la reverencia a su madre en un acto de MAPFRE, la empresa que la mantiene enchufada pagándole un sueldo descomunal. Elena recibiendo orejas de toros mutilados en la plaza domingo, Elena madre de Froilán y Victoria Federica, conocidos asistentes a mítines de Vox. Como mínimo Cristina disimula y Felipe se tapa pero Elena va a saco: Viva España, Viva los toros y Viva Vox.
En el diario El Mundo explican cómo Froilán fue a la mani facha de Plaza Colón contra los indepes, envuelto de banderas y fue de los más activos en las proclamas y en los ataques. "Con bómber verde y jeans rotos aparece Froilán que ha querido exteriorizar su compromiso con la unidad de España sin complejos". Froilán pidió permiso a Zarzuela, que le coincidieron."Es más, lo consideraron un gesto valiente del chaval en esa lucha de la nueva Casa Real por exhibir su defensa a ultranza de España". Empezaron a llamar cánticos como "Sánchez vete ya" o "Puigdemont a prisión", y el diario concluye con las palabras de un amigo del hijo de Elena "Froilán quiso visibilizar su apoyo en la unidad de España". Cuando muera Elena, rey Froilán. Y la Corona ultrafacha se perpetúa. Vox y PP lo tienen "atado y bien atado".