Froilán ha generado numerosos problemas para la Casa Real, lo que llevó a la institución a solicitar a la infanta Elena que tomara medidas drásticas con él. Su madre habló con Juan Carlos I y le pidió que lo acogiera por un tiempo en los Emiratos Árabes. Allí residió durante los últimos dos años, aunque realizó frecuentes viajes a España, especialmente en los últimos meses tras perder su empleo en la petrolera. Estar lejos de Madrid no le ha hecho feliz, ya que extraña a su familia y amigos, algo que ha manifestado en varias ocasiones. Aunque públicamente siempre ha asegurado estar bien, este traslado ha sido más un castigo que una elección.
Recientemente, se ha sabido que en los últimos tres meses Froilán ha estado viviendo en Madrid en lugar de Abu Dabi. Ha sido visto con frecuencia por las calles de la capital, acompañado de amigos o disfrutando de la vida nocturna en diversas discotecas. También se le ha relacionado con la influencer Belén Perea, a quien algunos señalan como su interés romántico, aunque él insiste en que solo son amigos. Durante este tiempo, ha podido reencontrarse con su madre y su hermana, con quienes ha compartido algunos momentos.
Froilán vive entre Madrid y Abu Dabi
Froilán pasa más tiempo en Madrid que en Abu Dabi desde que le despidieron del trabajo en la petrolera por infringir algunas normas, como la ley seca. El hermano de Victoria Federica realizaba fiestas en casas de amigos o en la suya propia donde se consumía alcohol.
La infanta Elena ha intentado proteger siempre a Froilán para que Felipe VI y Letizia no tomase medidas drásticas con él. Recordemos que la paciencia de los monarcas terminó cuando el hermano de Victoria Federica participó en plena pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el barrio de Salamanca la madrugada del día de Navidad. Un mes más tarde fue desalojado de un after ilegal que superaba el aforo permitido y solo tenía licencia de sauna. En la habitación en la que se encontraba Froilán con sus amigos la policía encontró sustancias estupefacientes.
Elena de Borbón utilizó sus contactos con la policía para sacar a Froilán del problema que terminó con detenciones. El joven alquiló una casa con un amigo en La Moraleja, y allí organizaron una fiesta hasta altas horas de la madrugada el pasado fin de semana. Los vecinos alertaron del suceso y llamaron a la policía, que se personó en escasos minutos. Una vez más tuvieron que ser todos desalojados, aunque los amigos de Froilán consiguieron que él escapase para no tenerse que identificar y que saliese en los medios de comunicación.
