El estado de salud de Juan Carlos I lleva tiempo siendo un motivo de preocupación en Zarzuela. A pesar de que vive exiliado en Abu Dabi desde hace casi 5 años y que su relación con Felipe VI se ha visto deteriorada, en la Zarzuela son conscientes de que si muere fuera de España sería un escándalo. Y no pierden detalle de sus evoluciones.

En los últimos años, el rey emérito ha lidiado con diversos problemas médicos. Desde su exilio en Abu Dabi, Juan Carlos I ha hecho lo posible por mantener una vida activa, pero los años no pasan en vano. Su estado físico ha requerido diversos tratamientos. Y su reciente ausencia en Sanxenxo ha llamado especialmente la atención. Acostumbrado a asistir a la Liga Española de 6 Metros, su falta en la competición ha hecho saltar las alarmas. No ha habido comunicado oficial sobre los motivos, pero se conoce que viajó a Suiza para someterse a una intervención médica.

Juan Carlos I en Sanxenxo GTRES
Juan Carlos I en Sanxenxo GTRES

Juan Carlos I recarga las pilas en Suiza

Según ha trascendido, esta última visita a Suiza tenía como objetivo un ajuste en los dispositivos médicos que lleva implantados. Estos aparatos serían audífonos, que usa para mejorar su audición, y un marcapasos, que controla su ritmo cardíaco. Estas tecnologías son comunes en personas de su edad, pero en el caso de Juan Carlos I refuerzan la idea de que su salud es más delicada de lo que aparenta.

Un proceso en el que su gran apoyo ha sido la infanta Elena. La hermana de Felipe VI estuvo en Suiza el fin de semana de la revisión y ahora ha regresado para acompañarlo en el proceso de recuperación. La primogénita del rey emérito ha demostrado en numerosas ocasiones que su lealtad hacia su padre es inquebrantable. Mientras otros miembros de la familia han optado por mantener cierta distancia, ella sigue estando a su lado en cada momento clave.

La infanta Elena y Juan Carlos I
La infanta Elena y Juan Carlos I

Elena, fiel protectora de Juan Carlos I

Además de su papel como hija, Elena también actúa como intermediaria con Felipe VI. Su hermano, debido a sus responsabilidades como rey, no puede mostrarse abiertamente implicado en los asuntos de su padre. Sin embargo, la infanta se encarga de mantenerlo informado sobre su evolución. Y también es quien más presiona para el retorno definitivo del ex monarca a España.