La princesa Margarita, conocida por sus escándalos y excesos, no pasó desapercibida en su visita a Estados Unidos en 1965. Considerada la oveja negra de la Familia Real británica, esta tía del príncipe Harry causó revuelo desde su llegada a suelo americano, trayendo consigo titulares sensacionales y episodios desafortunados.
El viaje diplomático de la princesa Margarita a Estados Unidos se convirtió en un capítulo polémico para la corona británica. Con una reputación ya dañada por amores prohibidos y divorcios reales, la elección de enviar a la 'más descarriada' de los Windsor para asegurar la inversión extranjera fue una apuesta arriesgada que no salió como esperaba la monarquía.
La infanta Margarita ya había adquirido una reputación negativa en ese entonces. Su primer amor, que resultó imposible, fue con un hombre plebeyo, mayor que ella por 16 años y divorciado. La reina le prohibió casarse con él. Después, su matrimonio con Anthony Armstrong-Jones estuvo plagado de infidelidades desde el inicio, con su amante dando a luz durante su luna de miel. Además, dejaba notas con listas de razones para odiarla. Este matrimonio terminó en divorcio, convirtiendo a la princesa Margarita en la primera royal británica en divorciarse en seis siglos.
La hermana pequeña de la reina Isabel II, conocida por sus relaciones amorosas problemáticas y su afición por la fiesta, el tabaco y el whisky escocés, no fue la mejor embajadora en un momento tenso entre Reino Unido y Estados Unidos. Aunque la prensa oficial británica alabó su gira, los detalles filtrados a los medios revelaron una realidad diferente: retratos en la bañera con joyas reales y juergas nocturnas tras eventos oficiales.
Margarita no solo protagonizó escándalos en eventos oficiales, sino que también enfrentó desencuentros con celebridades estadounidenses. Al solicitar de manera impositiva y con malos modos a Judy Garland que cantara para ella en una fiesta en Beverly Hills, recibió una respuesta áspera que evidenció su temperamento controvertido. Este episodio mostró su dificultad para relacionarse con algunas personalidades destacadas.
Encantando a Johnson: Margarita y los poemas seductores en Washington
La tía de Carlos III, a quien Lyndon B. Johnson consideraba un "ángel", supuestamente ganó su favor dedicándole poemas sugerentes durante una cena en Washington, en lugar de apelar a sus habilidades diplomáticas. Además, mientras era alabada en EE.UU., en Europa se tachaba su gira como una 'vulgaridad insensible de gastos ostentosos'. Los críticos apuntaban que su enfoque en conocer estrellas de Hollywood desviaba la atención de los verdaderos intereses de Reino Unido: obtener fondos y mejorar la imagen pública.
Prohibición y gastos desorbitados: el legado de Margarita en EE.UU.
Los gastos exorbitantes durante la visita condujeron a una prohibición oficial para la princesa Margarita de regresar a Estados Unidos en otro viaje diplomático. El coste para los fondos públicos se estimó en unas 30.000 libras (más de 660.000 euros) en tan solo tres semanas, generando un debate en la Cámara de los Lores. La princesa, a pesar de su intención de regresar a los Estados Unidos una década después, recibió una negativa tanto del embajador británico como de la reina Isabel II.