La infanta Pilar, hermana del rey Juan Carlos y tía de Felipe, celebra estos días su Navidad particular: la cita anual al frente del Rastrillo de Nuevo Futuro que se inaugura el sábado en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid. La infanta ha pasado lista a su familia después de los últimos acontecimientos. Elogios hacia la princesa Leonor y su discurso multilingüe: "Qué bien habló catalán, inglés y árabe, me quedé maravillada, y, además, muy natural. Tenemos un buen futuro" ha dicho a La Razón. Un futuro al que ella misma mira de reojo después de sufrir un cáncer de colon: "Nosotros estamos de pie hasta que nos morimos y no nos cansamos hasta que fallecemos. Eso es lo que nos pasa a los Borbón. Además, yo soy doble Borbón por padre y madre, eran primos". Y ya saben qué dice el dicho.
La genética Borbónica será todo lo que esta señora diga, pero que con Juan Carlos ha sido un desastre muchas veces, también es un hecho. ¿Nostálgica de cuando su hermano reinaba? No lo parece, aunque justifica las decisiones de su sobrino Felipe, ahora que es él quien corta el bacalao: "Al Rey Felipe le ha tocado bailar con la más fea. Son momentos difíciles y Letizia le ha ayudado muchísimo. Mi hermano tenía un golpe de cintura que..., pero a cada uno le toca vivir la vida como le viene".
Por momentos difíciles no se debe referir a su familia, que no se puede quejar de nada. Quizás siente empatía por los esforzados súbditos. Eso sí, atención a la frase de la infanta Pilar: "Estoy harta de que los políticos no se pongan de acuerdo. Estamos todos hasta el gorro. Me parece mal que solo piensen en su ombligo y no en España"... Me parece mal que solo piensen en su obligo... Y lo dice una Borbón. Que además, va de buena samaritana. Dice que renuncia a escribir unas memorias porque "he conocido a demasiada gente que ha hecho daño a mi familia, entonces, nombrarlos haría daño a la vez a sus hijos o a sus nietos". Cuánta bondad.