La infanta Sofía va coja. Como su tatarabuela la reina Isabel de Borbón, que sufría de cojera y a quien el poeta Quevedo humilló haciéndola escoger una flor con la frase "Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja". En la España actual ningún columnista osaría burlarse así en la cara de los reyes. De hecho, todas las portadas de Madrid rinden culto a la personalidad con la foto de familia como si Juan Carlos no fuera quien los ha legitimado.
En el primer acto oficial en las Baleares, la pequeña Sofía de 13 años ha bajado las calles empedradas de Petra con dificultades, una muleta y de la mano de Leonor. La niña tropezó el domingo en Marivent y le han tenido que coser la rodilla con cinco puntos de sutura. A pesar de la cojera, la prensa sigue considerando que la hija pequeña de los reyes va más estupenda que Leonor, siempre más acicalada "Sofía de blanco ha vuelto en ganar el duelo de estilo en su hermana Leonor, con quien Letizia todavía no ha dado en el clavo en cuanto a estilismos se refiere" (Lecturas). Una manera fina de decir que Leonor va más hortera.
Quien vuelve a ir con los pantalones demasiado arriba es Felipe, a medio camino entre Julián Muñoz y Paco Martínez Soria. Letizia decide cómo visten las niñas pero el marido va como quiere. Todos mirando al suelo pero no por vergüenza sino porque la hija pequeña, la de más personalidad, se ha hecho daño.
Toda una metáfora del verano para que la prensa preste más atención a una rodilla que a la fuga de Juan Carlos. Quien va coja es la Corona.