La infanta Sofía empieza a cobrar relevancia en la institución. No tiene ningún evento en solitario, pero acompaña a su hermana Leonor a prácticamente todos. Felipe y Letizia quieren que ambas reciban la misma formación y tengan las mismas oportunidades sin distinciones, aunque una de ellas vaya a convertirse en la futura reina de España y la otra no. Por este motivo Sofía estudia en Gales bachillerato internacional y se valora la posibilidad de que también tenga que realizar la formación militar, aunque por ahora solo son especulaciones.
Hay una gran diferencia entre Leonor y Sofía. En todos los actos se le da más fuerza a la princesa y a Felipe VI, Letizia y la infanta quedan relegadas a un segundo plano totalmente discreto, aunque cuando los cuatro forman, sobresale la infanta por encima de la reina. La monarca deja paso a sus dos hijas, el futuro de España y de la corona.
Las grandes diferencias entre Leonor y Sofía, cada día más notables
Uno de los mayores problemas de Casa Real es la altura. Sofía es mucho más alta que Leonor, mientras una ha salido a Felipe VI, la otra se parece más a Letizia. Por este motivo, Casa Real siempre obliga a la princesa a lucir tacones altos, como hizo en su momento la reina, y a la infanta la obligan a ponerse sandalias o bailarinas. Cualquier cosa plana para poder disminuirle unos centímetros, sino dejaría en ridículo a la princesa.
La infanta Sofía viste de una forma mucho más moderna y juvenil, como debe vestir una persona de su edad, mientras que a Leonor le obligan a usar el traje chaqueta, pareciendo una mujer mucho más madura. Ya la han criticado en alguna ocasión por vestir como una señora de 50 años y alejarse completamente de sus futuros ciudadanos, los jóvenes y niños de hoy en día.
Sofía luce generalmente blusas anchas o en verano vestidos cortos dejando visibles sus largas y esbeltas piernas. Justamente en ese detalle que todos han pasado por alto nos detenemos. La infanta tiene muy visible en la pierna izquierda una mancha de nacimiento. Son una manchas que la mayoría de la población tiene en alguna parte de su cuerpo y se presentan desde el nacimiento. La cultura popular las adjudica a un antojo de la madre durante la gestación. Algunos tipos son la mancha de color café con leche, el nevo congénito y el hemangioma. No todas las marcas de nacimiento aparecen al nacer; algunas aparecen semanas más tarde. Por lo general, son inofensivas y no requieren tratamiento. Aunque en el caso de Sofía es grande y en un lugar muy visible, nunca le ha generado ningún complejo. Además, a ella se le disimula con la piel bronceada.