A diferencia de la princesa Leonor, que ha iniciado un camino militar hacia la jefatura del Estado, la infanta Sofía vivirá una vida pública sin responsabilidades constitucionales. Aun así, su exposición no desaparecerá. Aunque su vida ha transcurrido siempre bajo la sombra institucional de su hermana, la princesa Leonor, su papel dentro de la Familia Real implica igualmente una exposición pública constante. La joven querría evitarlo, pero la reina Letizia considera que será necesaria para representar a la corona en ciertos ámbitos. Una etapa con la que tendrá que empezar a lidiar en pocos días, a partir de cuando cumpla la mayoría de edad.
Es por eso Letizia considera que su desarrollo emocional debe ser vigilado de cerca. En este sentido, la hermana de la heredera lleva desde los 10 años recibiendo tratamiento psicológico. Una decisión que partió directamente de su madre, la reina Letizia.

La infanta Sofía se prepara para la exposición mediática que le espera
Consciente del ambiente de presión al que sus hijas están sometidas desde muy temprana edad, Letizia ha querido aplicar con ambas un método preventivo para garantizar su estabilidad emocional en el futuro. Sin embargo, varias voces apuntan a que la obsesión de la reina por perfeccionar la imagen pública de sus hijas podría haber sido un factor agravante en el caso de Sofía.
Letizia ha volcado buena parte de su energía en construir una imagen intachable de Leonor como futura reina. Su educación, comportamiento, forma de hablar e incluso su dieta han sido supervisados minuciosamente. Pero este nivel de exigencia, según expertos en psicología infantil, puede tener un efecto colateral negativo en los hermanos menores, especialmente cuando se sienten constantemente comparados. Algo que, por cierto, ya le ha pasado en el internado de Gales, donde no han dejado de compararla con Leonor.

Sofía, inevitablemente, tendrá un papel destacado en la monarquía
Aunque Sofía no heredará la corona, Letizia ha insistido en que también debía pasar por un proceso similar, aunque más moderado, al de su hermana. Esto incluye no solo los aspectos formativos o académicos, sino también el cuidado de su salud mental, algo que ha cobrado más peso con los años. En privado, algunos allegados reconocen que Sofía ha tenido momentos de ansiedad y frustración, especialmente en eventos públicos donde su papel queda claramente en un segundo plano.
La reina Letizia ha sido descrita por muchos como una madre controladora y exigente, especialmente en todo lo que rodea a su hija mayor. Pero su intención con Sofía ha sido siempre, aseguran en su entorno, protegerla. La inclusión en terapia desde los 10 años responde a esa voluntad de darle herramientas para gestionar la presión mediática, la comparación constante con su hermana y las dificultades de crecer en un entorno donde cada gesto será analizado.