La infanta Sofía se ha convertido en una preocupación importante para los reyes Felipe VI y Letizia, debido a las dificultades que presenta en diversos aspectos de su vida, especialmente en el ámbito académico y personal. Mientras que su hermana mayor, la princesa Leonor, se destaca por su excelencia académica y disciplina, Sofía parece enfrentarse a retos significativos. Sus problemas con las asignaturas relacionadas con los números y las ciencias han llevado a sus padres a tomar medidas adicionales, como proporcionarle clases de refuerzo en la Zarzuela. Además, consideran que su estancia en un internado fuera del palacio es beneficiosa para fomentar su responsabilidad, ya que anteriormente les resultaba difícil conseguir que se levantara temprano por las mañanas.
Al igual que hizo con Leonor en su momento, la reina Letizia ha solicitado un seguimiento detallado del desempeño de Sofía. Este informe incluye tanto su comportamiento como su progreso académico, además de proporcionar información sobre sus actividades durante el fin de semana y los amigos con los que se relaciona. La supervisión de Letizia no se limita al ámbito escolar, ya que también establece un control sobre la alimentación de su hija, diseñando un menú semanal con el objetivo de fomentar hábitos saludables.
En los últimos meses, los expertos en temas relacionados con la Casa Real han analizado de cerca las apariciones públicas de la infanta Sofía. A pesar de los esfuerzos de los reyes por proteger su privacidad y evitar su exposición excesiva, ha quedado claro que el rendimiento académico sigue siendo un desafío para ella. Por ello, han optado por priorizar su dedicación a los estudios. Su última aparición fue el pasado viernes en la entrega de premios de un Concurso de Fotografía, su primer acto en solitario, una gran oportunidad para asumir mayores responsabilidades. Hasta ahora, sus apariciones se han limitado mayormente a acompañar a su hermana Leonor en compromisos oficiales, como los recientes Premios Princesa de Asturias.
Letizia pone a la infanta Sofía en manos de especialistas
Otro motivo de inquietud para la reina Letizia es el aspecto físico de Sofía, que considera poco saludable. Según se informa, la infanta ha tenido dificultades para cumplir con las normas establecidas en Zarzuela, especialmente en lo que respecta a su alimentación. Al igual que su hermana mayor, parece tener una inclinación por la comida rápida, como hamburguesas, pizzas y productos precocinados, así como por los dulces. Ante esta situación, Letizia ha implementado una dieta específica para ella en el internado de Gales y ha planificado unas Navidades estrictas para abordar el tema. Asimismo, está previsto que Sofía reciba apoyo profesional de un endocrino y que incorpore ejercicio físico diario en su rutina, bajo la supervisión de un entrenador personal.
La relación entre madre e hija también parece estar marcada por momentos de tensión, ya que Sofía ha mostrado actitudes más rebeldes y no duda en enfrentarse a las normas impuestas por Letizia. Esta dinámica, sumada a los retos académicos y personales, refuerza la preocupación de los reyes por el futuro de la infanta.