Sabemos que la reina Letizia siempre ha sido una firme defensora de la alimentación saludable. Su obsesión con la dieta se extiende a toda la familia, y especialmente a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Verduras, pescado, frutas y otros alimentos saludables han sido los pilares de la dieta real, mientras que los fritos, carne en exceso, dulces y procesados eran considerados enemigos públicos número uno dentro de los muros de palacio.
Este control no era solo en el hogar, sino que también llegó a los centros educativos de la princesa y la infanta. La reina Letizia intervino en los menús del colegio Santa María de los Rosales, donde ambas realizaron la educación secundaria, y del UWC Atlantic College, donde Leonor pasó dos años y actualmente estudia Sofía. La influencia de Letizia sobre la dieta de sus hijas no conoce límites. Además, la consorte siempre ha controlado el volumen de las raciones con tal de que sus hijas no perdieran la línea.
La infanta Sofía amplía sus limitaciones culinarias
En cuanto a lo que Sofía come en el UWC Atlantic College, el menú diario es de tipo buffet y es muy variado. Los padres de los alumnos reciben cada semana una relación de lo que comerán durante los días siguiente. Y en ella figuran alimentos como ensaladas, carnes, pescados, frutas, verduras... Lo cierto es que son alimentos muy saludables.
Sin embargo, eso no es lo único que come la infanta Sofía. Por un lado, la pequeña de las hermanas siempre ha sido menos quisquillosa con la comida que Leonor, disfrutando de todo tipo de sabores. Ahora, sin la supervisión constante de su madre, Sofía tiene la oportunidad de decidir el tamaño de sus propias raciones, que resultan ser más generosas de lo que solía experimentar en Zarzuela.
Aspecto más saludable
Pero eso no es todo. La infanta Sofía también ha sucumbido a los encantos del pueblo más cercano al internado, St. Donat's. Allí, se da el lujo de comprar dulces y procesados junto con sus compañeros y compañeras, así como productos típicos de la zona. Parece que la libertad de elección en la alimentación ha llevado a Sofía a disfrutar de esos pequeños caprichos culinarios, antes restringidos. La infanta ha aprovechado la oportunidad para diversificar su dieta más allá de las estrictas restricciones impuestas por su madre, la reina Letizia.
Aunque algunos podrían preocuparse por los efectos de esta nueva libertad gastronómica, la infanta parece haberse beneficiado de este cambio. Las recientes fotos la muestran más saludable y con algunos kilos adicionales, un aspecto que contrasta con su imagen más delgada antes de partir a Gales. Parece que la infanta Sofía ha encontrado el equilibrio entre la alimentación saludable y los placeres ocasionales.