La infanta Sofía se enfrenta a la recta final del año académico en el UWC Atlantic College de Gales, y no lo está haciendo sola. A diferencia de lo que muchos esperaban, su paso por el exigente Bachillerato Internacional no ha sido un camino de rosas. El último tramo del curso ha resultado especialmente complicado, tanto que los reyes Felipe y Letizia han tenido que intervenir para asegurar que su hija apruebe con solvencia.

Desde que ingresó en el prestigioso internado galés, la hija menor de los monarcas ha mantenido un perfil discreto, alejada de los focos, pero no por ello menos observada. La presión por estar a la altura académica ha sido constante, y en las últimas semanas, fuentes cercanas al entorno real confirman que Sofía ha necesitado clases particulares para reforzar conocimientos, especialmente en asignaturas que le estaban resultando cuesta arriba.

Infanta Sofía
Infanta Sofía

Felipe VI y Letizia ponen refuerzo particular a la infanta Sofía en la recta final del curso

Aunque en Zarzuela no se dramatiza la situación, sí reconocen que los padres han tenido un papel activo en buscar soluciones. Tanto el rey Felipe VI como la reina Letizia han estado en contacto con el centro y han participado en la planificación de un refuerzo académico que permitiera a su hija superar con éxito el curso. La decisión no responde únicamente a una preocupación personal, sino también a la necesidad de mantener la imagen de responsabilidad que la Corona proyecta a través de la educación de sus miembros.

El modelo educativo del UWC es conocido por su alto nivel de exigencia, algo que para muchos estudiantes supone un desafío real. A diferencia de su hermana, la princesa Leonor, que ha destacado por su constancia y disciplina, Sofía ha tenido que remar más para mantener el ritmo. Las comparaciones son inevitables.

Infanta Sofia / GTRES
Infanta Sofia / GTRES

No quieren que sea un zángano como otros miembros de la familia real

Sin embargo, el contexto importa. Sofía no está llamada a reinar, pero representa a la institución. Por ello, no se desea que su paso por Gales deje una imagen de dejadez y falta de esfuerzo. Conscientes de la atención mediática, los monarcas han optado por ser proactivos: contrataron profesores especializados y ajustaron el calendario familiar para acompañar a Sofía en este proceso académico tan exigente.

Además, se ha querido cortar de raíz cualquier narrativa que la sitúe como una "niña de la realeza con privilegios sin mérito". Ni tampoco que sea de esas personas que se conforma con el mínimo esfuerzo. En otras palabras, quieren que tenga una imagen completamente alejada de lo que representa la infanta Elena o sus hijos, Froilán y Victoria Federica. Esperan que sea una mujer de provecho. Y en este contexto, los refuerzos se han implementado como haría cualquier familia preocupada por el futuro de su hija, aunque en este caso, con la presión añadida de la opinión pública.