Sofía siempre ha sido consciente de su papel secundario dentro de la familia real. Su hermana mayor, Leonor, tiene un destino claro: convertirse en reina en el futuro. Al ser la primogénita, la heredera al trono es ella, lo que la ha llevado a recibir una preparación específica para asumir ese rol cuando llegue el momento. Actualmente, la princesa está cursando su segundo año de formación militar en la Escuela Naval de Marín, un paso fundamental dentro de su educación para el futuro como monarca.
Por su parte, Sofía sigue un camino diferente, aunque por ahora, su formación académica la mantiene cerca de su hermana en términos de exigencia. Se encuentra en segundo de bachillerato en el prestigioso internado UWC Atlantic College de Gales, una institución reconocida por su alto nivel educativo y su enfoque internacional. Sin embargo, a diferencia de Leonor, no está previsto que realice una formación militar, ya que su destino natural la llevaría directamente a la universidad. Esto le daría mayor libertad para elegir la carrera que desee y posiblemente la oportunidad de vivir fuera del Palacio de la Zarzuela.
A pesar de ello, los reyes parecen tener la intención de que ambas hijas reciban la misma preparación. Este enfoque tiene una razón de peso: en caso de que ocurriera algún imprevisto, Sofía también estaría capacitada para asumir el trono. Esta estrategia refleja el deseo de la Casa Real de asegurar la continuidad de la Corona, sin importar las circunstancias.
Más allá de sus responsabilidades institucionales, la relación entre Leonor y Sofía ha sido siempre cercana y afectuosa. Durante distintos eventos oficiales, han demostrado una gran conexión, intercambiando confidencias y mostrando complicidad. Han crecido juntas y sus padres se han esforzado por no hacer diferencias entre ellas. Incluso en aspectos más cotidianos, como la salud dental, han compartido experiencias similares.
Tanto Leonor como Sofía llevaron ortodoncia
Ambas han llevado tratamiento de ortodoncia, aunque el proceso fue más complejo para Leonor. La princesa padecía ausencia de colmillos, lo que requirió la colocación de implantes y un tratamiento más prolongado para alinear su dentadura correctamente. Sofía, en cambio, presentaba problemas menores y pudo completar su ortodoncia en menos tiempo.
Curiosamente, Sofía comenzó su tratamiento antes que su hermana, ya que Leonor tuvo que esperar a cumplir la mayoría de edad para poder recibir los implantes dentales. Además, la infanta tuvo la ventaja de realizar su ortodoncia en plena pandemia, cuando el uso de mascarillas le permitió ocultar el proceso.
Sofía optó por brackets de zafiro, una alternativa más estética y discreta que los tradicionales, aunque con un coste superior. Su tratamiento corrigió una ligera sobremordida, desviación de la línea media y compresión en la zona de premolares y molares. Gracias a la ortodoncia, su sonrisa se ha transformado por completo, logrando una alineación armoniosa de sus dientes. Desde hace años, presume de una sonrisa perfecta, cuyo cambio fue especialmente notorio en las navidades de 2022.
El proceso de ambas hermanas refleja, una vez más, las diferencias y similitudes en sus caminos. Mientras Leonor se prepara para reinar, Sofía mantiene una vida más flexible, aunque con la misma disciplina y formación que la caracteriza.