Es de sobras conocido que, desde hace ya muchos años, la familia real española suele pasar unos días en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca. Unas vacaciones en la que históricamente han coincidido en muchas ocasiones toda o casi toda la familia, dejando estampas familiares que, eso sí, hoy en día son imposibles de reproducir.

Y es que no es que sea precisamente ningún secreto que la familia real española no pasa por su mejor momento a nivel de relaciones internas, sobre todo lo que se refiere a la familia formada por Felipe VI y Letizia con sus dos hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía y el resto de la familia, es decir, los padres de Felipe, Juan Carlos I y Sofía, así como sus hermanas las infantas Elena y Cristina y sus respectivos hijos.

En este sentido, hace ya muchos años que, por mucho que la reina emérita haya intentado reunir a toda la familia durante al menos un día durante sus vacaciones en Mallorca, los líos internos a nivel familiar han impedido esta celebración.  Es más, uno de los cambios más notables en los últimos años es que, a diferencia de lo que había ocurrido durante décadas, Juan Carlos I se ha quedado fuera y su presencia ha sido más que vetada en el palacio mallorquín.

Juan Carlos I quiere un acercamiento con las hijas de Felipe

Y es que desde la corona tienen muy claro que, teniendo en cuenta todas y cada una de las polémicas que ha protagonizado el emérito en los últimos años, lo mejor que se puede hacer para mejorar la imagen de la institución es separar al máximo al anterior rey del actual y, sobre todo, de la futura reina Leonor.

Leonor, Juan Carlos y Felipe EFE
Leonor, Juan Carlos y Felipe EFE

Es por eso que, si bien es cierto que desde Zarzuela no se está impidiendo a Juan Carlos I que acuda a España cuando quiera para estar en contacto con sus amigos y en algunas ocasiones también con algunos miembros de la familia, Felipe y Letizia se están negando en rotundo a que el emérito tenga el más mínimo contacto con sus hijas, sobre todo con Leonor.

No es casualidad entonces que el emérito lleve meses intentando que sus dos nietas puedan verle, de ahí que en los últimos días haya intentado mover hilos para tener un pequeño acercamiento con ellas y un encuentro ya sea en Galicia, en Ginebra o en cualquier otro sitio pero evidentemente alejado de las cámaras.

Un encuentro que de momento parece imposible ante la negativa de Felipe y Letizia, aunque no sería extraño que quizás los actuales reyes sean más laxos con Sofía, que tiene y tendrá muchas menos responsabilidades que Leonor, propiciando un encuentro con su abuelo.