La infanta Sofía ha protagonizado momentos muy llamativos y espontáneos en sus apariciones públicas, destacándose por su naturalidad y frescura. En eventos como la jura de la Constitución de su hermana Leonor o el décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI como rey, Sofía ha mostrado una actitud relajada y desenfadada, incluso desviándose ocasionalmente del protocolo establecido. Estos gestos, aunque poco habituales en la monarquía, han sido bien recibidos por la ciudadanía, que valora su carácter auténtico, algo que contrasta con la estricta imagen de Letizia, quien rara vez permitiría este tipo de comportamientos. Tal vez por esa diferencia, tanto Sofía como Leonor han ganado una buena aceptación pública.
Sofía, con su carácter despistado y su estilo despreocupado, ha demostrado ser única en su forma de actuar. Un ejemplo de ello ocurrió el pasado mes de diciembre, cuando debutó como anfitriona en la entrega de unos premios de fotografía. A pesar de ser su primera vez desempeñando este papel en solitario, recibió elogios por su espontaneidad, lo que parece ser un punto clave en cómo la corona quiere posicionarla ante el público.
La infanta Sofía es como Felipe VI en la escuela
Aunque Sofía y Leonor son muy unidas y se apoyan mutuamente, son completamente opuestas en muchos aspectos. Esta diferencia también se refleja en el ámbito académico. Leonor siempre ha sido muy aplicada y ha mantenido un rendimiento excelente en todas las asignaturas, lo que ha sido motivo de orgullo para los reyes. Por el contrario, Sofía tiene mayor dificultad para concentrarse y algunas materias representan un verdadero desafío para ella. Las personas cercanas a la familia aseguran que mientras Leonor hereda la disciplina y dedicación de su madre, Letizia, Sofía se asemeja más a su padre, Felipe VI, quien también tuvo problemas de concentración durante su juventud. Especialmente en las asignaturas relacionadas con los números, parece no destacar.
A pesar de estas diferencias, los reyes han buscado que ambas reciban la misma educación. Por ello, Sofía tuvo la oportunidad de asistir al prestigioso internado UWC Atlantic College en Gales, donde recientemente concluyó el primer año de bachillerato. Sin embargo, su rendimiento académico ha sido motivo de preocupación para sus padres, quienes han recibido informes semanales que señalan que, aunque ha aprobado todo, sus notas son bastante justas. Además, su falta de puntualidad y ciertos problemas de comportamiento fuera del aula, como escapadas con amigos a pueblos cercanos para comprar alcohol y organizar pequeñas fiestas, han generado serios llamados de atención por parte de Felipe y Letizia.
De cara a su segundo y último año en el internado, los reyes esperan que Sofía adopte una actitud más responsable y comprometida. Durante el verano, se le insistió en la importancia de ser más puntual y disciplinada para cerrar esta etapa académica con éxito.