La noche de danza y flamenco que la Familia Real al completo disfrutó el pasado sábado es un pozo sin fondo de pequeñas novedades estéticas en todos sus miembros. Del rey a la infanta, todos han cambiado. Felipe y Letizia básicamente porque se embadurnaron el cuerpo con un producto autobronceador, dejándolos con un tono caribeño falso y un tanto ridículo. La princesa Leonor, por su parte, porque continúa con la transformación física propia de su edad. Y su hermana Sofía porque a pesar de no parecerlo, estrenaba detallitos. Algunos bien caros, como una ortodoncia de zafiro de 4.000 euros. Otros más económicos, pero transgresores en su casa.
Hablamos de las uñas de la joven de 15 años. Transgresoras, sí, porque ni la madre ni la hermana mayor utilizan esmaltes, siempre las llevan al natural. Tampoco coinciden en la medida y la forma: a la más pequeña le gustan cortas y cuadradas. Siempre va por libre, eso está claro, como pasa con el pelo y algunos estilismos. En el caso del color de la manicura, Sofía se fija en las tendencias actuales y las copia: el tono escogido es el azul cielo, que algunos llaman azul bebé. Está de moda. Una proeza, porque ir a la moda en Zarzuela ha sido un oxímoron durante mucho tiempo: piensen que hablamos de una institución demodé como pocas. Pero todo tiene su cara 'B', porque la elección la coloca muy cerca de una miembro de la familia borbónica que sería mejor evitar. La prima, Victoria Federica.
Felipe y Letizia están dedicando los últimos años de sus vidas a alejar a los garbanzos podridos de la familia de la Casa Real, o eso dicen. Lo han hecho con Juan Carlos, lo hicieron con Iñaki y Cristina, e incluso lo hicieron con la reina Sofía en la Catedral de Palma. Harían bien en aplicar un cordón sanitario en torno a Froilán y Victoria Federica, porque todo lo malo se pega. Y sin entrar en más detalles, todos sabemos qué quiere decir lo malo. Tantos esfuerzos para hacer que las hijas vayan por el camino más recto e inflexible y, al final, acaban como aquello de Dinio y "la noche me confunde". O dicho de otra manera, se empieza imitando el color de las uñas y después... vete a saber.
Sofía se ha inspirado en Vic, como explican con memoria fotográfica y onicológica en Vanitatis. Alerta, Zarzuela: : "No es la primera royal española en atreverse ya no solo con una manicura a color, sino con esa misma tonalidad de azul. En 2019, cuando su prima Victoria Federica aún no era una influencer se dejó ver con el mismo esmalte de uñas. La sobrina del Rey acudía a una corrida de toros con un vestido de leopardo y una descascarillada manicura azul pastel. La forma en la que las uñas están limadas, incluso la longitud de estas es también una coincidencia que podría acercar a las primas, al menos en el terreno estético". Desde EN Blau podemos añadir que este 2022 ha vuelto a llevar este color. También en los toros. Y como soltera. Ay, ay, ay.
Letizia con el corazón en un puño: Felipe, la niña, que nos pierde.