La infanta Sofía, apasionada del fútbol, siempre ha mostrado un interés activo por el deporte rey, tanto jugando como asistiendo a partidos. Desde su infancia, Sofía ha disfrutado jugando al fútbol. Durante su tiempo en el Colegio Santa María de los Rosales, no era raro verla jugando con sus compañeros de clase durante los recreos. Su dedicación al deporte fue tal que incluso formó parte de un equipo de fútbol antes de trasladarse al internado en Gales.
Como decíamos, este amor por el fútbol no se limita solo a jugar; Sofía también es una espectadora habitual. Este año ha sido vista en eventos importantes como la final de la Copa del Rey en el estadio de La Cartuja, acompañada de su padre, el rey Felipe VI, y en la final del Mundial de Fútbol Femenino en la que España se alzó con la victoria mientras Luis Rubiales ofrecía su recital de gestos desagradables. En esta ocasión estuvo acompañada de su madre, la reina Letizia.
La infanta Sofía, muy pendiente de las evoluciones de la Selección Española en la Eurocopa
Estos días, la infanta sigue muy pendiente de la Eurocopa de Alemania. Aunque no tiene tiempo para ver todos los partidos, se asegura de no perderse aquellos en los que juega España. Su entusiasmo por el equipo nacional es palpable, especialmente cuando juega la Roja de Luis de La Fuente, donde algunos jugadores son casi de su misma edad, como es el caso de Lamine Yamal, la estrella indiscutible del equipo.
Uno de los partidos que más ha disfrutado recientemente fue el de clasificación contra Georgia. En lugar de verlo en casa, Sofía se reunió con antiguos compañeros de colegio en una reunión privada. Para pasar desapercibida durante el desplazamiento, recurrió a un disfraz sencillo: gorra, gafas de sol y la bandera de España pintada en sus mejillas.
Sofía será una aficionada más en el partido entre España y Alemania
Este viernes, Sofía planea repetir la experiencia al reunirse nuevamente con sus amigos para ver el partido de cuartos de final contra Alemania. La joven infanta, aunque siempre acompañada por su escolta de Zarzuela, intenta llevar una vida lo más normal posible, disfrutando de los pequeños placeres como cualquier adolescente. La infanta Sofía continúa mostrando que, a pesar de su posición, es una joven con pasiones y hobbies similares a los de muchos otros. Su amor por el fútbol y su capacidad para disfrutar de estos momentos de manera discreta y auténtica la convierten en una figura cercana y admirada por muchos.