Dicen que de tal palo tal astilla. Los Borbones tienen muchas similitudes, entre padres e hijos, y no hablamos únicamente de semejanzas físicas. También, como pasa en todas partes por cuestión de los genes, mucho hijos Borbones tienen aficiones, gustos y maneras de hacer parecidos a sus progenitores. Si nos centramos en la familia real, tenemos a una princesa Leonor que parece una copia de su padre: la heredera habla igual que él, parece como si le faltara una marcha más, es protocolaria y tiene un ademán de circunstancias como los que tiene su padre, el rey Felipe. Incluso, disfruta igual que él de las prácticas militares que está haciendo en la academia militar de Zaragoza. En cambio, la infanta Sofía se parece más a su madre.
La joven, como Letizia, parece que vaya más a la suya, parece más espontánea, más carácter que su hermana mayor, más verso libre y físicamente también es más Ortiz que Borbón. Y qué decir de sus aficiones. Ahora se ha sabido que hay una que la une con su madre, y de qué manera. Las dos van locas por lo mismo, un deporte de riesgo. Ya les explicamos que Letizia se hizo hacer un rocódromo en Zarzuela para practicar un deporte que le apasiona, la escalada. Cuando tiene un rato libre, coge las cuerdas y el material necesario, y a subir hacia arriba. A Sofía le gustan mucho los deportes, especialmente el fútbol, pero también el baloncesto, la hípica y una afición a la cual se ha aficionado mucho los últimos tiempos: la escalada. Un deporte de riesgo que ha robado el corazón de madre e hija.
En el UWC Atlantic College de Gales donde está estudiando el bachillerato internacional puede disfrutar de esta disciplina. "Nacimos al aire libre, así que nuestra enseñanza y aprendizaje en UWC Atlantic muchas veces se desarrollan en este sentido", pregonan en el internado galés. En la escuela también puede hacer otros deportes como el voleibol, la natación, el cricket, la danza o el boxeo, pero ella lo tiene claro: la escalada. Y dedica las horas de entrenamiento que hagan falta. En El debate indican que "Está en manos de buenos profesionales, así que pronto podría desarrollar una gran destreza". Lo que está claro es qué hará cuando vuelva a Zarzuela dentro de dos semanas por las vacaciones de Semana Santa. Y no nos referimos solo a ir al rocódromo con su madre.
Y es que como recuerdan en el citado medio, "la hija pequeña de los reyes también tendrá acceso a varias obras que doña Letizia compró en la Feria del Libro de Madrid de 2021". Tres objetos muy preciados por la asturiana que a la que los vea su hija, ya saben dónde irán a parar, a las maletas de la chica. Tres adquisiciones que hizo la reina cuando se detuvo hace tres años en una parada y compró tres libros que ahora han cobrado mucho significado, tres obras que cuando su hija las vea, se lanzará de cabeza a devorarlos. Se trata de Cuerdas rebeldes: retratos de mujeres alpinista; Yoga y escalada: aumentando la consciencia; y Carlos Soria, alpinista, este último, la biografía de un deportista de 82 años que ha escalado las montañas más importantes del mundo... ¿Para cuándo la imagen de las dos en el rocódromo?