A sus 17 años, la infanta Sofía, hija menor de los reyes Felipe VI y Letizia, ha dejado claro que su visión del futuro difiere significativamente del camino tradicional que otros miembros de la familia real española han seguido. Mientras su hermana mayor, la princesa Leonor, se prepara con dedicación para asumir su papel como futura reina, Sofía parece decidida a explorar un rumbo más independiente, lejos de las rígidas expectativas que acompañan a los miembros de la monarquía.
A diferencia de sus tías, las infantas Elena y Cristina, quienes asumieron desde jóvenes un papel formal al servicio de la Corona, Sofía ha expresado su deseo de evitar una vida pública ligada a los compromisos protocolarios y las responsabilidades reales. Según fuentes cercanas a Casa Real, Sofía ha mostrado interés en seguir una vida más autónoma, centrada en sus propios intereses, y no en los deberes que tradicionalmente se han impuesto a los segundos miembros de la familia real.
La infanta Sofía no quiere ser como sus tías, las infantas Elena y Cristina
La infanta, conocida por su carácter decidido y su inclinación hacia una vida más moderna, ha sido clara con sus padres: no desea seguir la misma trayectoria que Leonor ni trabajar para la Corona como lo hicieron Elena y Cristina. Este planteamiento, aunque respetado por sus padres, ha generado preocupación en el seno de la familia real. Felipe VI y Letizia han intentado explicarle que, aunque no esté en la línea directa de sucesión, su papel sigue siendo relevante como miembro de la institución.
Uno de los principales factores que influye en su decisión parece ser el peso de las historias familiares. Sofía ha crecido observando los desafíos que enfrentaron sus tías, tanto en su vida personal como en los escándalos que en ocasiones las han rodeado. Estas vivencias, sumadas a una educación en un entorno más moderno y protegido, han moldeado su perspectiva. A diferencia de sus tías, Sofía desea construir una vida en la que prime su autonomía y no el cumplimiento de deberes impuestos.
Sofía no quiere someterse a formación militar
El contraste con su hermana Leonor es notable. Mientras la heredera al trono ha asumido sus responsabilidades con dedicación y recientemente ha iniciado su formación militar, Sofía ha dejado entrever que no está interesada en seguir ese camino. Este rechazo a una carrera vinculada a la monarquía ha sido motivo de tensión en los últimos meses, ya que plantea un desafío para la familia real en términos de mantener la unidad y proyectar una imagen coherente ante la ciudadanía.
A pesar de estas diferencias, los reyes han procurado no hacer distinciones entre sus hijas. Ambas han recibido las mismas oportunidades educativas, como demuestra el hecho de que Sofía, como hizo Leonor, estudia en el prestigioso internado UWC Atlantic College en Gales. Sin embargo, Sofía parece estar más interesada en disfrutar de su libertad que en aceptar los privilegios asociados a su posición.