Las hijas de Felipe y Letizia se hacen mayores. A finales del año pasado Leonor cumplió la mayoría de edad, y alejada de las normas de su madre, decidió comportarse como una joven de su edad. Aunque tenía un helicóptero a las puertas de la Academia General Militar de Zaragoza, ella prefería quedarse en la capital aragonesa, siempre y cuando su agenda no la requiriese en Zarzuela. En esta época ha hecho grandes amigos y ha podido disfrutar de la independencia y libertad de cualquier persona de su edad. Aunque al cumplir la mayoría de edad está más expuesta, ya que la prensa puede publicar fotografías suyas y cualquier persona anónima, debe cuidar mucho sus formas, Leonor no se ha cohibido de nada. Ha frecuentado los bares de la ciudad y también las discotecas de moda de Zaragoza. Una experiencia que nunca olvidará.
Felipe y Letizia han tenido un gran trabajo estos últimos meses y alguna que otra discusión con sus dos hijas porque no solo Leonor ha vivido con total libertad, también la infanta Sofía, que en septiembre puso rumbo al UWC Atlantic College de Gales, donde estudia bachillerato internacional siguiendo los pasos de su hermana. En el caso de la infanta está mucho más controlada por su madre. La reina pidió un informe de su rendimiento escolar y también cambió la alimentación que se ofrecía en el internado.
Sofía sale con sus amigos de incógnito por Madrid
Como todas las adolescentes, Sofía también ha pasado por la edad del pavo, lo que ha dado algún que otro quebradero de cabeza a sus padres. La edad más insoportable para ellos. En el cumpleaños de Leonor, vimos como Letizia tuvo que salir antes de la fiesta para acompañar a su hija menor a casa de unos amigos, donde celebraban una fiesta de Halloween, se empeñó en ir y no paró hasta conseguirlo.
La infanta Sofía es mucho más rebelde que Leonor. Letizia tiene mucho miedo al día en el que su hija pequeña cumpla los 18 años y la prensa pueda perseguirla. Le gusta mucho bailar y salir de fiesta con sus amigos. Ya en el internado de Gales, la dirección tuvo que regañar a toda la clase por hacer un botellón improvisado a las afueras del internado, justo en el pueblo que hay a escasos metros. Los fines de semana pueden salir del recinto.
Sofía ha terminado sus clases y no volverá hasta finales de agosto, mientras tanto disfruta de los días de descanso con sus amigos de Madrid. Da la casualidad que en su clase de este año también ha coincidido con muchos españoles. La infanta Sofía también ha conocido a una persona muy especial en Gales que vive en la capital, es con el amigo que más planes comparte. Hace unos días salió a cenar y tomar algo con él como dos adolescentes más. Apuntan que pertenece a una de las familias más ricas de Madrid, y es que en el internado no entra cualquiera por su alto coste.