Así como lo hizo la princesa Leonor en los últimos dos años, la infanta Sofía está cursando el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College. Aunque estos últimos meses han sido un torbellino mediático para los Borbón Ortiz y la menor de la familia ha pasado desapercibida, hay información sobre su proceso de adaptación en Gales. Esta vez Zarzuela tuvo que emplear sus influencias, un asunto de gran importancia requiere medidas extremas. Te contamos más.
Al igual que el resto de estudiantes del UWC Atlantic College de Gales, la infanta Sofía pudo disfrutar de unos días de vacaciones. En su caso, regresó a Zarzuela y pudo acompañar a Leonor en un día tan especial. La princesa cumplió 18 años y participó en los actos que reafirman su futuro en el trono español. Además de algunas celebraciones privadas por Halloween, fueron unos días intensos y llenos de expectativas. Pero el periodo de descanso académico llegó a su fin, tuvo que regresar a Reino Unido para retomar la segunda etapa antes de Navidad y Año Nuevo. Eso sí, es una pena que sus primeros días no fueron tan placenteros.
Casa Real tuvo que hacer unas cuantas llamadas para solucionar un inconveniente terrible, Sofía no dudó en usar sus influencias para cambiar su situación.
El problema de la infanta Sofía con el menú de Gales, Zarzuela sale al rescate
Mucho se ha dicho sobre las estrictas reglas que les ha impuesto Letizia a sus hijas desde que eran muy pequeñas. Pero ¿hasta qué punto llegan? ¿Qué tanto influye este estilo de vida en sus hijas, incluso sin supervisión? Todo parece indicar que las costumbres adquiridas en casa son políticas que se extienden más allá y son respetadas concienzudamente. Al menos, así lo demuestra la hija menor de los reyes. Y es que en el internado de Gales se sirven los siguientes comestibles: frituras, grasas poliinsaturadas, abundantes proteínas, carbohidratos, azúcares y más. Toda una gama de alimentos prohibidos para la infanta.
La hermana de la heredera se adaptó bien al internado, con nuevos amigos y un ritmo académico que puede mantener. Sin embargo, no fue perfecto al principio. Hubo días en que limitó sus comidas a escasos snacks, pues la opción servida no era de su agrado. La información de sus comidas llegó a Zarzuela y hubo un intercambio para modificar el menú diario, tal y como ocurrió en el colegio Santa María de los Rosales donde las jóvenes cursaron educación secundaria.
Tras la actuación del Palacio, se adoptó un programa más saludable. Reducción de las frituras, los carbohidratos y los azúcares cambiaron drásticamente la escena. La comida ahora se compone de verduras y legumbres ecológicas, tal y como querría la reina. Tan solo ciertos días al mes se le permite consumir carnes rojas, pasta y huevos con patatas. Todo debe estar preparado con mucho cuidado, a la plancha, al vapor, bajo en sal y con aceites vegetales de excelente calidad.
Mientras que la cocina británica deja mucho que desear, la infanta Sofía está criada para llevar una alimentación saludable. Lo aprendido en casa no se olvida.