Hace poco más de un mes, la vida de la reina Letizia dio un giro inesperado con las polémicas declaraciones de Jaime del Burgo, su ex cuñado. Las afirmaciones de una supuesta relación entre ambos entre 2002 y 2004, retomada entre 2010 y 2011, desencadenaron un vendaval mediático que aún persiste. La reina se encuentra en el epicentro de una tormenta de escándalos y conflictos familiares que ha afectado significativamente su bienestar emocional.

En sus revelaciones, Del Burgo afirmó que Letizia planeaba abandonarlo todo por él, descontenta con su papel de princesa de Asturias. Los encuentros clandestinos entre Letizia y el abogado se extendieron por Madrid, Barcelona y destinos internacionales, incluida la residencia real de Zarzuela.  Letizia y el abogado tenían planes ambiciosos para el futuro. Anhelaban construir una familia juntos, proporcionando así un hermano a Leonor y Sofía. Este proyecto familiar se materializaría a través de gestación subrogada en Los Ángeles, para lo cual se informaron minuciosamente sobre el proceso. Además, se mudarían definitivamente a Nueva York, aunque tuviera que dejar a sus hijas en España junto a su padre debido a las cláusulas de custodia de sus capitulaciones matrimoniales.

Letizia, Leonor y Sofía

La soledad de Letizia: rechazo de Felipe VI y enfrentamiento público

Las palabras del ex de Telma Ortiz, no confirmadas ni desmentidas por la Casa Real, han desencadenado la peor crisis en la historia del matrimonio de Letizia con Felipe VI, superando incluso la vivida en 2013. El rechazo evidente de Felipe VI hacia Letizia la ha sumido en una profunda soledad. El rey prefiere quedarse en la residencia de la reina Sofía, en Zarzuela, en lugar de compartir el espacio con Letizia en el Pabellón del Príncipe. Esta situación ha dejado a la reina desconsolada, enfrentándose a un escrutinio público implacable. En este contexto, la consorte se ha recluido en su despacho y ha limitado sus apariciones públicas, lo que ha generado preocupación en su círculo íntimo.

Además, se suma la complicación de un trastorno alimentario que Letizia ha enfrentado durante años. A pesar de sus esfuerzos, la reina no ha logrado superar completamente esta lucha interna y ha experimentado recaídas recientes. La situación se agrava, y el impacto en su salud es evidente.

Letizia y uno de sus escoltas

La infanta Sofía viaja de Gales a Madrid en medio de la tormenta familiar

Ante el deterioro de la salud, tanto física como mental, de Letizia, la infanta Sofía ha tomado la decisión de viajar desde Gales a Madrid para estar junto a su madre en estos momentos difíciles. Leonor, por su parte, ha optado por no ir los fines de semana a Zarzuela, prefiriendo quedarse en Zaragoza. La relación entre la heredera al trono y su madre está cada vez más fracturada, ya que Leonor no perdona las infidelidades y se posiciona al lado de su padre.

La llegada de Sofía a Zarzuela durante el fin de semana se convierte en un respiro para Letizia. La joven infanta se convierte en el pilar fundamental en el apoyo emocional de su madre, proporcionando consuelo en medio de la adversidad. Mientras Letizia enfrenta una tormenta de críticas y conflictos, Sofía se erige como un bastión de fortaleza y apoyo en un momento en que la reina se encuentra más sola que nunca.