La relación entre Juan Carlos I y su hijo, el rey Felipe VI, atraviesa uno de sus momentos más tensos. Desde que el emérito abandonó España para establecerse en Abu Dabi en 2020, el distanciamiento entre ambos no ha hecho más que crecer. Sin embargo, el delicado estado de salud del antiguo monarca ha encendido las alarmas en el seno de la familia, especialmente entre sus hijas, la infanta Elena y la infanta Cristina, quienes ahora instan a Felipe a resolver sus diferencias con su padre antes de que sea demasiado tarde.

La infanta Elena, conocida por su lealtad inquebrantable a Juan Carlos I, siempre ha defendido con firmeza a su progenitor. Considera que el trato recibido en los últimos años, incluido su exilio, ha sido profundamente injusto. Elena no solo respalda su legado como monarca, sino que también justifica algunas de las actitudes más polémicas de su padre, incluidas las humillaciones constantes que ha sufrido la reina Sofía. Para ella, la soledad y tristeza que vive actualmente el emérito no son más que consecuencias innecesarias de decisiones que, según cree, han sido impuestas desde el entorno de su hermano Felipe.

Juan Carlos I
Juan Carlos I

Las infantas Elena y Cristina, siempre fieles a su padre, Juan Carlos I

Por su parte, la infanta Cristina, aunque más moderada, comparte la preocupación por el deterioro físico y emocional de su padre. Cristina no aprueba las humillaciones que Juan Carlos infligió a Sofía, pero reconoce la gravedad de la situación y aboga por una reconciliación entre padre e hijo. Juntas, Elena y Cristina han viajado en varias ocasiones a Abu Dabi para acompañar a su padre, dejando claro que no quieren que enfrente sus últimos días en soledad.

Desde el año 2012, cuando sufrió una caída mientras cazaba elefantes en Botsuana, Juan Carlos I ha enfrentado un declive físico notable. Los múltiples problemas de movilidad que arrastra desde entonces le han llevado a someterse a más de una decena de operaciones, especialmente en la cadera y las rodillas. Aunque ha probado tratamientos de medicina regenerativa, los resultados han sido limitados. Los médicos han advertido que su condición es irreversible y que su futuro estará ligado a una silla de ruedas, algo que él describe como su mayor pesadilla. Esta situación ha afectado profundamente su estado emocional, provocando episodios de depresión y sentimientos de derrota.

Juan Carlos Elena Froilán Victoria Cristina Juan GTRES
Juan Carlos Elena Froilán Victoria Cristina Juan GTRES

Elena y Cristina piden a Felipe VI que haga las paces con Juan Carlos I

En los últimos meses, Juan Carlos tuvo que mudarse a una nueva residencia en la isla de Nurai, adaptada a sus necesidades actuales. A pesar de las mejoras en accesibilidad, su estado de ánimo sigue siendo sombrío. Los momentos de felicidad son escasos, aunque su 87 cumpleaños, celebrado junto a casi toda la familia, logró arrancarle una sonrisa en medio de tanta adversidad.

Tanto Elena como Cristina creen que la situación actual exige que Felipe haga un gesto de reconciliación. Insisten en que el tiempo apremia y que es crucial que padre e hijo resuelvan sus diferencias, al menos en privado. Consideran que Juan Carlos necesita encontrar algo de paz antes de partir. La esperanza de las infantas es que Felipe dé un paso adelante y permita que el emérito se despida con el consuelo de haber hecho las paces con su hijo.