Desde el comienzo de su relación con la infanta Cristina, el comportamiento de Iñaki Urdangarin generó serias preocupaciones dentro de la Casa Real. Los antecedentes sentimentales del exduque de Palma, marcados por infidelidades recurrentes, hicieron que el propio Juan Carlos I tomara medidas para conocer mejor al hombre que pretendía casarse con su hija. Según reveló la experta en temas reales Maika Vasco, el entonces rey encargó a los servicios secretos un informe exhaustivo sobre el pasado amoroso y la conducta de Urdangarin, y los resultados no tardaron en generar alarma. “Juan Carlos I, hizo lo mismo que hizo con todos, encargar un informe a los servicios secretos ver quién era el fulano que andaba con su hija, la infanta Cristina”.
Urdangarin ya había engañado sistemáticamente a sus parejas anteriores. Por ejemplo, Iñaki mantenía una relación de años con Carmen Camí, a la que dejó tras asegurarse su compromiso con Cristina. Y no fue la primera vez que el exduque de Palma empleaba esta estrategia. También dejó a su novia anterior cuando se aseguró la relación con Camí.
Juan Carlos I encargó espiar a Iñaki Urdangarin
Pero el informe mencionado por Maika Vasco desveló que su historial amoroso era más escandaloso de lo que nadie imaginaba. Se descubrió que el exjugador de balonmano habría tenido relaciones con muchas mujeres a lo largo de los años. Juan Carlos I, consciente de los riesgos que este patrón podría suponer tanto para la infanta Cristina como para la imagen de la monarquía, intentó advertir a su hija de lo que le esperaba.
“Este tío se tira hasta al maquinista, tienes que tener cuidado porque tiene novia, que es su novia, la tal Carmen Camí, de toda la vida, y le ha puesto los cuernos 700 veces. Y yo, que soy un golfo de mucho cuidado, que he tenido 300.000 amantes que me ha aguantado tu madre, la reina Sofía, estoy en la obligación de decirte que si te casas con Iñaki Urdangarin, las cosas no van a ser muy distintas que con su actual novia, y te va a poner los cuernos. Vas a tener unos cuernos que van a hacer surcos por el techo”, relata la comunicadora reproduciendo la conversación que tuvo el emérito con su hija.
La infanta Cristina estaba muy enamorada y no hizo caso a su padre
A pesar de estas advertencias, Cristina decidió seguir adelante con el matrimonio, convencida de que su amor podría cambiar a Urdangarin. Sin embargo, los años siguientes demostraron que las preocupaciones de su padre no eran exageradas, sino un presagio que se cumplió al pie de la letra. Durante su matrimonio, las infidelidades de Iñaki continuaron siendo una constante. Escándalos como el caso Nóos no solo revelaron irregularidades financieras, sino también la existencia de mensajes privados en los que Urdangarin expresaba su interés en mantener encuentros con otras mujeres mientras Cristina permanecía en casa cuidando de sus hijos.
El impacto de estas revelaciones fue devastador. La imagen del matrimonio quedó profundamente dañada, y Cristina se encontró cargando no solo con el peso emocional de las infidelidades, sino también con las consecuencias económicas de las acciones de su esposo. Como apuntó Maika Vasco, "los cuernos no solo los llevaba, sino que también los financiaba".