La prensa madrileña unionista se caracteriza por tener pocos complejos, pero este lunes han pasado una línea roja que nunca se había escrito en democracia: que el rey Felipe decida al próximo presidente del Gobierno y que no proponga a Pedro Sánchez. Como en la Edad Media, el rey feudal escoge quién manda: un candidato a la investidura que no sea Pedro Sánchez. Así responde cierta prensa a la investidura, posiblemente fallida, de Sánchez el próximo lunes. Lo escribe el adjunto a la dirección de un diario de la derecha española.
La #opinión de @alvaronieto ✒ El hartazgo de Felipe VI o cómo los problemas de España tienen nombre de varón https://t.co/mUOomDjVij
— Vozpópuli (@voz_populi) 15 de julio de 2019
Escribe el número 2 del diario Álvaro Nieto, la columna El hartazgo de Felipe VI pero no va de un país harto de la monarquía sino de un rey harto de Pedro Sánchez: "Que el Rey tome medidas drásticas para desbloquear la situación. La Constitución le da la posibilidad de proponer un candidato a la presidencia del Gobierno, que puede ser cualquier ciudadano español (...) Felipe VI podría incluso proponer a otro político/personalidad/socialista". ¿En quién piensa el periodista? ¿cualquier ciudadano español tipo Aznar? ¿otra personalidad socialista tipo Borrell? A diferencia de Catalunya, en España el presidente no ha de ser diputado. Una locura.
Una medida así se parece mucho a un golpe de Estado: que el rey escogiera discrecionalmente a alguien, que puede no ser ni un cargo escogido en las urnas, y lo proponga para ser investido. El autor de esta demencial propuesta es consciente de que es poco democrática pero insiste: "Hay quien asegura que eso es impensable en España porque supondría un regreso a la peor tradición de injerencia política de los borbones, pero en países como Italia suele ser la opción elegida cuando el bloqueo es imposible de arreglar de otra manera (...) No debemos cerrarnos a que un día Felipe VI, harto del egocentrismo de nuestros líderes, ponga encima de la mesa otro nombre diferente". Lo mejor viene al final de la columna.
El candidato ideal: "Propongo que la elegida sea una mujer. Quizás ella no esté tan obsesionada como los demás en ver quién tiene la autoestima más grande". Tanto da que no haya sido escogida por la ciudadanía. Que el monarca ponga a dedo a la mujer que él quiera, que Felipe sabe lo que conviene a todos los españoles. ¿Qué mujer escogería Felipe que no hace falta ni que sea diputada? La tiene allí mismo: presidenta Letizia.