Irene Urdangarin es el último de los sobrinos del rey Felipe con derecho a sucesión. Le queda tan lejos la opción de ser reina que al llegar a la mayoría de edad ha tomado una decisión drástica que nadie esperaba: abandona los estudios, deja Suiza y deja sola a la infanta Cristina. La pequeña de los Urdangarin estaba harta de vivir como un apéndice de su madre en Suiza, lejos de las amigas de Barcelona, donde nació, de los tres hermanos dispersos por Europa, de su padre Iñaki enamorado de Ainhoa Armentia, y de Casa Real. No hay una sola imagen de los primos Urdangarin con Leonor desde hace años. EN Blau fue el primer medio en publicar en exclusiva, el 17 de marzo, que Irene había escogido carrera universitaria: gestión hotelera, en el mejor centro del mundo, en Lausana. Eso implicaba seguir en Suiza con su madre, que se exilió allí tras el escándalo Noos. Irene ahora que puede decidir por ella misma ya tiene suficiente. Adiós a todo. Deja la escuela de hostelería antes de empezar. Deja Suiza y deja sola a la infanta que se supone que volverá a vivir en Barcelona para tener cerca a Pablo.

Irene Urdangarin GTRES

Esta vez la fuente no es EN Blau sino la revista Hola, bien conectada con Zarzuela, que publica cuál es el destino de la segunda prima Borbón de Leonor. Se temía que sería instagramer, como Victoria Federica, la misma Irene lo había hecho saber en alguna ocasión a unos amigos catalanes. Finalmente, hará como su hermano Juan: será cooperante. Escribe la revista rosa:  "Irene ha decidido tomarse un año sabático, antes de empezar la universidad porque quiere, al igual que su hermano mayor, Juan, trabajar como voluntaria y formar parte de un proyecto de cooperación. Se dedicará a explorar mundo y pensar bien lo que quiere hacer, para definir lo mejor posible su futuro. La carrera de hostelería ha quedado descartada".

Irene con Miguel y Cristina y las maletas, GTRES

Irene tiene claro que quiere alejarse de todo y solo conserva dos compromisos familiares este octubre en Barcelona y Madrid: la boda de un primo Urdangarin y la celebración de los 18 años de Leonor tras jurar la Constitución. Después la rubia, catalana y decidida Irene se emancipará y cogerá un avión a un destino exótico. Está dudando entre uno de estos tres: India, Mozambique o Camboya, donde ya hizo de cooperante su hermano mayor Juan. Una manera de alejarse del divorcio de sus padres, de la pareja de Iñaki y de la nostalgia de Cristina que todavía pasea el anillo de casada y se niega a firmar el divorcio. Irene se ha hecho mayor. La duda es, como ha bajado el nivel en sus estudios, si la decisión de colgar la universidad es por comodidad, un nuevo Froilán, o para aclararse las ideas.

Irene se apunta a la diáspora de los primos de Leonor: solo Pablo vive en Barcelona y Victoria Federica en Madrid. El resto dispersos por el planeta: Juan y Miguel en Londres, Froilán en Abu Dhabi y ahora Irene en la otra punta de mundo. Letizia ya no será la única con el síndrome de nido vacío. Cristina pierde su gran apoyo, soltera y sola. La duda está en si residirá en Barcelona, donde su hijo se ha instalado en un piso de lujo en Pedralbes, o mantendrá la residencia en Suiza para evitar que Hacienda controle las donaciones y la herencia multimillonaria que está recibiendo y recibirá de Juan Carlos. Cristina ya no tiene la coartada de los estudios de la niña. Irene ya no es una niña.