La joven Irene Urdangarin, hija de la infanta Cristina, ha comenzado su vida universitaria en la Universidad de Oxford de forma poco convencional. Tras un año sabático en el que obtuvo su carnet de conducir y participó en un voluntariado en Camboya, finalmente optó por estudiar en el Reino Unido. Aunque se pensaba que asistiría a la University College London, donde también estudia la princesa Alexia de los Países Bajos, Irene se matriculó en Oxford, una opción académica menos costosa pero igualmente prestigiosa.
El inicio de sus estudios en Hospitality (gestión de eventos y hospitalidad) no ha sido precisamente el más disciplinado. Irene ha demostrado una actitud desmotivada, algo que ya se había rumoreado durante su etapa en el bachillerato internacional en Ginebra. Aunque en su momento parecía tener interés en la Administración y Dirección Hotelera, los planes de ingresar a la reconocida Universidad de Lausana no se concretaron debido a la exigencia académica de la institución, donde no consiguió la admisión.
Irene Urdangarin, pendiente de todo menos de sus estudios en Oxford
Ya en Oxford, su desinterés se ha reflejado en sus ausencias a clase, su falta de puntualidad, y en la reciente amonestación por parte de las autoridades universitarias. Según fuentes cercanas, estos problemas de disciplina académica se agravan con una aparente falta de motivación que afecta su rendimiento, especialmente en sus primeras evaluaciones, donde no ha obtenido buenos resultados. Este descuido preocupa tanto a sus familiares, especialmente a su madre, la infanta Cristina, como a sus compañeros, quienes han señalado que Irene a menudo depende de apuntes ajenos para ponerse al día en sus materias.
Sin embargo, lo que ha causado mayor polémica es su participación en una fiesta no autorizada en la residencia universitaria, la cual terminó en un completo desmadre. Según varias fuentes, Irene no solo asistió al evento, sino que habría sido una de las principales organizadoras de la celebración. La fiesta, que se caracterizó por una música a todo volumen y una falta de control, provocó que varios de los asistentes acabaran en un estado lamentable. A pesar de que Irene no estuvo entre los estudiantes que más se vieron afectados, su rol en la organización del evento la puso en el centro de la polémica.
Una fiesta que podría acarrear consecuencias
Aunque Irene está destinada a permanecer en el Reino Unido durante al menos cuatro años para completar su carrera, algunas personas cercanas a ella temen que esta falta de compromiso sea un indicador de que podría no concluir sus estudios. Esta posibilidad de abandono académico sería, sin duda, una gran decepción para la infanta Cristina, quien ha intentado siempre mantener a su hija alejada de los problemas mediáticos y enfocar su vida en sus estudios y proyectos personales.