Irene Urdangarin es la pequeña de los seis primos de Leonor, la única prima que la quiere y piensa ir a la fiesta privada por los 18 años de la princesa. La chica Marichalar se marcha a Perú para celebrar Hallowen y el escándalo está servido: mientras Leonor jura la Constitución Victoria Federica estará en la otra punta de mundo viendo una corrida de toros de Roca Rey, su torero favorito. Una vergüenza para la Familia Real. La prensa rosa lo edulcora insinuando que no era posible cambiar los billetes de avión que ya estaban pagados, cuando es evidente que la jura de la princesa y la fiesta posterior exigían anular todos los planes privados. Si la petarda de Victoria Federica es alguien es gracias a pertenecer a la Familia Real. Irene, que va por el mal camino de Vic, ha colgado los estudios y llega a Madrid para estudiar el carnet de conducir en Móstoles y asistir al gran día de Leonor.
La hija pequeña de la infanta Cristina ya tiene 18 años, como los tendrá Leonor, y ha decidido hacer lo que le place. Ha cogido un vuelo Ginebra-Madrid acompañada de un señor de barba, que según TardeAR no es un escolta sino un amigo de la familia, para llegar a Zarzuela e instalarse con su abuela Sofía, y que nadie la controle. Entra y sale cuando quiere, sin oficio ni beneficio, y eso sí, responde a la prensa que le pregunta en el aeropuerto. ¿Con Ainhoa tienes buena relación?, "Sí muy buena, gracias". Alerta, eso es novedad. No solo da apoyo a toda la familia, a su prima Victoria sino a Ainhoa Armentia.
Algunas fuentes sostienen que los hijos de Iñaki Urdangarin no quieren ni ver a su madrastra pero Irene dice que la conoce y que tienen buena relación. Apuñala por la espalda a su madre, Cristina, que no soporta a "la otra" y que si se niega a pagar pensión a Iñaki es porque la disfrutará con Ainhoa, la secretaria que ahora gestiona una constructora de 17 trabajadores en un polígono de Vitoria. Una mujer de clase social mucho más baja que la hermana del rey, que no entiende nada.
Cristina acompañará su padre y dos de sus hijos, Miguel e Irene, a la puesta de largo de Leonor, y piensa debatir con Juan Carlos los últimos flecs de cómo pasar una pensión a Iñaki asegurándose que Ainhoa no toque nada. Por eso tiene previsto exigir que Iñaki no cobrará en caso de que se case con su nueva novia. Por eso no se explica que Irene clave estos puñales en público a Cristina si no es por una razón: la infanta está enfrentada a su hija, que ha dicho que quiere marcharse al extranjero de viaje de cooperación para recorrer mundo sola y sin control. Cristina le ha dicho que no. Que haga como Juan Urdangarin, que primero estudió y después se marchó. Irene cree que ya le toca volar y como Cristina no la deja, afirma en público que su relación con Ainhoa es "muy buena". En aquella familia nadie se lleva bien con nadie. La noche del 31 arderá todo.