Irene Urdangarin ha atravesado una etapa complicada a raíz de la separación de sus padres. Fue en enero de 2022 cuando se hizo pública la ruptura, después de que salieran a la luz unas imágenes en las que se veía a Iñaki Urdangarin paseando por la playa de Bidart junto a Ainhoa Armentia. Aunque en ese momento se habló de una posible infidelidad, lo cierto es que el matrimonio con la infanta Cristina ya estaba deteriorado desde antes. Cuando el exduque de Palma ingresó en prisión, Cristina redujo drásticamente sus visitas, hasta llegar a no volver a verlo allí.
En esa época, Irene, la hija menor de la infanta, era la única que seguía viviendo con su madre, ya que aún era menor. Cursaba el bachillerato internacional y tenía planes de futuro, pero todo dio un giro tras la publicación de las fotos. Su rendimiento escolar cayó notablemente, empezó a suspender y estuvo cerca de repetir curso. Sacó una calificación muy baja y adoptó una actitud más desafiante, perdiendo el interés por los estudios. En un principio, su intención era formarse en Administración y Dirección Hotelera en Ginebra, pero no logró superar las exigentes pruebas de admisión de la prestigiosa universidad de Lausana. Finalmente, optó por tomarse un año sabático y actualmente estudia en la Universidad de Oxford, en el Reino Unido.
Irene Urdangarin no quiere ver a Ainhoa Armentia ni a sus dos hijos
Respecto a su relación con Ainhoa Armentia, Irene nunca llegó a aceptarla. Desde que su padre inició su noviazgo con la abogada, el vínculo entre ambos se fue enfriando. Aunque Iñaki intentó presentársela, Irene se negó rotundamente y les pidió que se marcharan. No soporta estar cerca de ella. A pesar de que en los últimos meses se ha visto forzada a coincidir con Ainhoa en algunas ocasiones, lo ha hecho a regañadientes, mostrando una actitud distante y sin intención de entablar ningún tipo de cercanía.
Irene Urdangarin no tiene ninguna relación con Ainhoa Armentia, ni tan siquiera quiere verla. Tampoco a sus dos hijos. Aunque Iñaki ha hecho todo lo posible porque sus hijos se relacionen con los dos adolescentes, no ha surtido efecto, y menos en la benjamina de la familia.
Aunque Iñaki Urdangarin ha hecho todo lo posible por acercarse a Irene y reconciliarse con ella, no ha sido posible. La distancia entre ellos cada vez es más evidente, prácticamente irreconciliable.