La Casa Real española es algo más que un conjunto de parientes unidos por el apellido Borbón. Tienen muchas otras cosas que los unen pero una por encima de todas: el dinero. Ahora que la Familia Real como tal solo son los reyes y sus hijas, queda claro que el resto de borbones están unidos para seguir viviendo de los privilegios. Unos privilegios que no siempre provienen del erario público como todo el servicio de seguridad del que disponen. El dinero muy a menudo viene por influencias del rey emérito, que como jefe del Estado tejió una red de amigos y de favores que todavía perdura. Así las dos hijas Cristina y Elena disfrutan de sueldos astronómicos en grandes empresas por ser hijas de quienes son. Y sus hijos, los seis nietos de Juan Carlos que no son Familia Real, quedaron desprotegidos de Zarzuela cuando Felipe se coronó rey. Entonces las hijas Cristina y Elena exigieron a Juan Carlos que garantizara la seguridad económica de los seis nietos, los Marichalar y los Urdangarin. Y así hasta hoy.
Juan Carlos acumula una fortuna de centenares de millones en paraísos fiscales, cosa que le permite sufragar los estudios de los seis nietos, en las universidades más caras de Europa y también otros vicios. Por ejemplo, Victoria Federica disfrutó de una yegua, Dibelunga, pagada con dinero negro de Juan Carlos. Fue un asunto que se judicializó y en la familia temieron que se imputara a la nieta como beneficiaria de dinero opaco. No la imputaron pero quedó claro que el emérito paga la vida de lujo de los nietos. Con este antecedente es normal el episodio que acaba de publicar el digital Informalia después de publicarse un extraño viaje, el de Irene Urdangarin a Abu Dhabi siguiendo los consejos de su prima Marichalar.
¿Qué interés tiene una chica de 18 años en viajar sola al Golfo Pérsico a ver al abuelo? Para sacarle el regalo más caro por sus 18 años: un coche. Y lo ha hecho empujada por Victoria Federica con una frase que demuestra cómo sangran al emérito: "El coche se lo sacas al abuelo". Hay poco amor y mucho interés en estas palabras, pero es que los nietos Borbón son unos pijos consentidos que lo tienen todo sin demasiado esfuerzo. Y la pequ3a no es una excepción. Según el digital"Irene visitó al rey emérito Juan Carlos, para darle mimos, sacarle una paguita y si puede ser cerrar el modelo de automóvil del que Irene se ha encaprichado y que parece que le prometió en Ginebra, como le ha recordado Victoria Federica. "El coche se lo sacas al abuelo", le insistió a su prima en la Feria de Málaga". Los Marichalar ya saben qué es conducir un coche de alta gamma:
Según inmortalizaron los paparazzis, el primer coche de Froilán, un espectacular Audi que según algunas fuentes cuesta entre 70 mil y 80 mil euros. Cuando todos los conductores noveles escogen un vehículo utilitario, pequeño y de segunda mano, los nietos se gastan una fortuna del abuelo. Para más clasismo, Froilán se negaba a llevar la L de conductor novato y era multado para estacionar en un lugar prohibido. ¿Las multas también las paga Juan Carlos? Con este Audi de lujo, queda claro que Irene sueña con un Tesla de 80 mil euros.