La Familia Real esconde muchas familias dentro, todas desestructuradas: los eméritos no se hablan ni se ven desde hace años (Sofía en Europa y Juan Carlos en Asia), los reyes actuales Felipe y Letizia están inmersos en una profunda crisis matrimonial por las infidelidades conocidas de la reina, los Marichalar tampoco se dirigen la palabra con dos hijos frívolos hasta el ridículo y queda la rama catalana, la de Pedralbes, los Urdangarin. Juan trabaja en Londres, Pablo en Granollers, Miguel en Ginebra con la madre y queda la pequeña. Irene Urdangarin cuando cumplió 18 años decidió colgar los estudios de Hostelería que, como reveló en exclusiva EN Blau, tenía previsto cursar en Lausana. No fue por suspender la prueba de acceso, ya que todo el mundo con dinero entra en aquella Escuela de élite, sino porque no quiere estudiar. Con la excusa de sacarse el carnet de conducir en Móstoles, donde parece que lo regalan, abandonó Suiza y finalmente, con el carné suspendido y conduciendo una bicicleta, se ha marchado a vivir a 10 mil km, en la selva de Camboya, en el sureste asiático. En la otra punta de mundo. No va sola, va con los fotógrafos de Hola:
Irene en dos fotografías icónicas, una que demuestra que no era cierto que necesitara conducir coche para pasear por Camboya, la chica va en bici y la camiseta de la ONG Sauce del jesuita Kike Figaredo, el mismo que acogió a su hermano mayor Juan Urdangarin. Irene ha querido seguir los pasos del primogénito y vivir la experiencia de ayudar a las personas con discapacidad de uno de los países más pobres del mundo. La única chica Borbón nacida en Pedralbes se hace mayor en Camboya. En la otra fotografía sentada dentro de un coche que obviamente no conduce y en la que parece Lady Di, con un pañuelo en la cabeza y, según la revista, ayudando a las víctimas de las minas antipersona. Una de las causas que abanderó la difunta primera mujer del rey Carlos III de Inglaterra. Irene ayuda a chicos y chicas que quedan sin piernas por culpa de estas armas prohibidas enterradas en la selva. Irene fantasea con la popularidad de Lady Di. Tendrá que comer muchas sopas.
Irene vivirá allí un año lectivo. Es decir los cuatro meses que quedan hasta junio. Una experiencia vital para alejarse de la inmensa frivolidad que irradia su prima Victoria Marichalar. De momento un detalle las separa, Irene mantiene Instagram cerrado, solo por|para 663 followers, y solo tiene 28 fotos. Nada que ver con los 269 mil followers de Victoria Federica, a más frívola, holgazana y absurdamente superficial sobrina del rey Felipe. Si Irene la imita, está perdida. Irene puede hacer como Juan y Miguel: vivir del abuelo Juan Carlos y de ser quien son. Sin trabajar. Familiares de Irene que viven en Barcelona revelaban a Vanitatis: "Unos amigos de la infanta Cristina le preguntaron a Irene Urdangarin, en presencia de su madre, a qué quería dedicarse. Y ella, resuelta y decidida, mostró su querencia por la moda y las redes sociales (sic), como su prima Victoria Federica. Varios de los presentes rieron. Incluso Cristina aunque después intentó aclarar la respuesta con su hija. Irene hace tiempo que “ha bajado su rendimiento académico” y la posibilidad de dedicarse a la moda “le ronda la cabeza”. La mala influencia de la nini Victoria Federica, de fiesta en fiesta, de photocall en photocall sin trabajar de nada. Parasitando el apellido Borbón.
La foto de perfil de Insatgram de Irene no es con un niño víctima de las minas antipersona, es ella saliendo de un coche aparcado en la zona alta con look de lo que es: una pija de Pedralbes. ¿Y quién sigue esta cuenta? Victoria Federica. De tal pastilla, tal astilla.